Nuevo ordenamiento sobre cómo se elige al presidente de Estados Unidos
En el país, los votantes no escogen directamente al futuro presidente sino que eligen y marcan la dirección de voto de unos delegados estatales.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Washington. La Corte Suprema publicó este lunes una resolución que permite a los estados obligar a sus representantes en el Colegio Electoral a escoger a un candidato concreto a la Presidencia del país en base a los resultados del voto popular en los comicios generales.
Esta decisión unánime de la máxima instancia judicial del país contradice así a la tomada en abril de 2019 por el Tribunal de Apelaciones del Décimo Circuito, que daba libertad de voto a los 538 electores que tiene ese organismo en el estado de Colorado, estado en el que se planteó la cuestión junto con el de Washington.
En el veredicto de la corte suprema, la juez Elena Kagan afirmó que "nada en la Constitución prohíbe expresamente a los estados retirar a los electores presidenciales su capacidad de decisión en el voto".
Pero añadió que la Carta Magna da poder a los estados para poner condiciones a estos delegados y a obligarlos a votar por un candidato en concreto.
La ley del estado de Washington, dijo Kagan sobre uno de los dos casos planeados, "refleja una tradición de más de dos siglos de antigüedad. En esa práctica, los electores no son agentes libres; deben votar por el candidato elegido por los votantes del estado".
La decisión termina así con una problemática generada por el complejo sistema empleado en las elecciones generales de EE.UU., en las que los votantes no escogen directamente al futuro presidente sino que eligen y marcan la dirección de voto de unos delegados estatales que en diciembre se reúnen para, esta vez sí, escoger al futuro jefe del ejecutivo y a su vicepresidente.
Hasta ahora no estaba claro si los delegados podían ignorar el mandato de los ciudadanos de sus estados y votar según creyeran conveniente, algo no muy habitual pero que sí había ocurrido con anterioridad.
Sin ir más lejos, tras los comicios de 2016 hubo cuatro delegados que se negaron a votar por la demócrata Hillary Clinton -uno de Colorado y tres de Nebraska- a pesar de que había resultado ganadora del voto popular en los estados que representaban, una decisión que no alteró el resultado final.
Sin embargo, con la resolución de hoy los estados tienen la posibilidad de obligar a votar a sus electores presidenciales según lo expresado por el pueblo, algo que el Supremo consideró que debe ocurrir siempre.
Además, la decisión del Alto tribunal evita que ante un hipotético empate los miembros del Colegio Electoral tengan el poder de escoger unilateralmente al presidente de millones de estadounidenses.
Ya en 1952 el Tribunal Supremo había indicado que los estados no violaban la Constitución al obligar a sus delegados a votar según el voto popular, aunque hasta ahora la corte nunca se había pronunciado sobre la constitucionalidad de estas medidas.