Nominado de Trump para dirigir el Departamento de Defensa señalado como posible “amenaza interna”
Fue vetado del equipo de vigilancia de la toma de posesión de Joe Biden en 2021 por posibles vínculos con grupos extremistas.
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WASHINGTON. Pete Hegseth, el veterano de la Guardia Nacional del Ejército y presentador de Fox News nominado por Donald Trump para dirigir el Departamento de Defensa, fue señalado como una posible “amenaza interna” por un compañero de servicio debido a un tatuaje en su bíceps que se asocia con grupos de supremacía blanca.
Hegseth, que ha restado importancia al papel de los militares y veteranos en el atentado del 6 de enero de 2021 y ha arremetido contra los posteriores esfuerzos del Pentágono para hacer frente al extremismo en sus filas, ha declarado que su unidad de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia le retiró de la vigilancia de la toma de posesión de Joe Biden en enero de 2021. Ha dicho que se le identificó injustamente como extremista debido a un tatuaje de una cruz en el pecho.
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Sin embargo, esta semana, un compañero de la Guardia, que en aquel momento era el responsable de seguridad de la unidad y formaba parte de un equipo antiterrorista, compartió con The Associated Press un correo electrónico que envió a la dirección de la unidad en el que señalaba un tatuaje diferente en el que se leía “Deus Vult”, que ha sido utilizado por supremacistas blancos, preocupado por que fuera un indicio de una “amenaza interna”.
Si Hegseth asume el cargo, significaría que alguien que ha dicho que es una farsa que el extremismo sea un problema en el ejército, supervisaría un departamento en expansión cuya dirección reaccionó con alarma cuando personas con equipo táctico irrumpieron en las escalinatas del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero utilizando una formación dde tipo militar. También ha mostrado su apoyo a militares acusados de crímenes de guerra y ha criticado el sistema de justicia militar.
Hegseth y el equipo de transición de Trump no respondieron a los correos electrónicos en busca de comentarios.
Como informó AP en una investigación publicada el mes pasado, más de 480 personas con antecedentes militares fueron acusadas de crímenes extremistas ideológicamente impulsados desde 2017 hasta 2023, incluidos los más de 230 arrestados en relación con la insurrección del 6 de enero, según los datos recopilados y analizados por el Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo, o START, en la Universidad de Maryland. Aunque esas cifras reflejan una pequeña fracción de los que han servido honorablemente en el ejército -y Lloyd Austin, el actual secretario de Defensa, ha dicho que el extremismo no está extendido en el ejército estadounidense-, la investigación de AP descubrió que los complots en los que participaban personas con antecedentes militares tenían más probabilidades de implicar víctimas en masa.
Gente que ama a nuestro país
Desde el 6 de enero, Hegseth, como muchos partidarios de Trump, ha minimizado tanto la gravedad de los disturbios como el papel de las personas con formación militar. En medio de la condena generalizada al día siguiente del asalto, Hegseth adoptó un enfoque diferente. En un panel de Fox News, Hegseth retrató a la multitud como patriotas, diciendo que “aman la libertad” y que eran “personas que aman a nuestro país” que habían “vuelto a despertar a la realidad de lo que la izquierda ha hecho” a su país.
De las 14 personas condenadas en el ataque al Capitolio por conspiración sediciosa, el cargo más grave derivado del 6 de enero, ocho habían servido previamente en el ejército. Aunque la mayoría de las personas con antecedentes militares detenidas después del 6 de enero ya no estaban en servicio activo, más de 20 estaban en el ejército en el momento del ataque, según START.
Hegseth escribió en su libro “The War on Warriors” (La guerra contra los guerreros), publicado a principios de este año, que sólo “unos pocos” o “un puñado” de soldados en activo y reservistas habían estado en el Capitolio ese día. No se refirió a los cientos de veteranos militares que fueron detenidos y acusados.
Hegseth ha argumentado que el Pentágono reaccionó de forma exagerada al tomar medidas para hacer frente al extremismo, y ha responsabilizado a la cúpula militar de los esfuerzos realizados para expulsar de sus filas a quienes consideraba supremacistas blancos y extremistas violentos. Hegseth ha escrito que el problema es “falso” y “fabricado” y lo ha caracterizado como “vender la mentira del racismo en el ejército”. Dijo que los esfuerzos para erradicar el extremismo habían empujado a “patriotas de base fuera de sus formaciones”.
“Estados Unidos es menos seguro, y a nuestros generales sencillamente no les importa el juramento que juraron defender. Los generales están demasiado ocupados evaluando cómo ‘extremistas’ domésticos vestidos con chaquetas Carhartt usurparán nuestra ‘democracia’ con barreras en las puertas o astas de bandera”, escribió en “La guerra contra los guerreros”.
En un segmento en Fox News el año pasado sobre Jacob Chansley , un veterano de la Marina conocido como el “chamán de QAnon” que caminó por el Capitolio mientras llevaba un sombrero de piel con cuernos, Hegseth reprodujo un clip de vídeo engañoso de su entonces colega Tucker Carlson que pretendía retratar a Chansley como un turista pasivo.
De hecho, Chansley estuvo entre los primeros alborotadores que entraron en el edificio y se declaró culpable de un delito grave de obstrucción de un procedimiento oficial en 2021. Chansley reconoció haber utilizado un megáfono para alborotar a la turba, haber dado las gracias en una oración mientras estaba en la cámara del Senado por tener la oportunidad de deshacerse de los traidores y haber escrito una nota amenazadora al vicepresidente Mike Pence que decía: «Es solo cuestión de tiempo. La justicia está llegando».
En un mensaje en Facebook que Hegseth publicó con un extracto del video, escribió que la forma en que Chansley había sido tratado por el sistema judicial “es repugnante”.
“Trump, Chansley y muchos más... la izquierda nos quiere a todos encerrados”, escribió Hegseth.
Apoyo a criminales de guerra condenados
Hegseth sirvió durante casi 20 años, durante los que participó en movilizaciones en Irak, Afganistán y Guantánamo. Tiene dos Estrellas de Bronce. Al hablar de su servicio y abogar por otros miembros del servicio y veteranos, ha tomado medidas para apoyar a criminales de guerra condenados y recientemente dijo que había dicho a su pelotón que podían ignorar las directivas que limitan cuándo pueden disparar.
En una entrevista de podcast publicada a principios de este mes, Hegseth describió cómo un abogado militar le informó en 2005 en Bagdad sobre las reglas de enfrentamiento. Hegseth dijo que el abogado les dijo que no podían disparar a alguien que llevara una granada propulsada por cohete a menos que les estuviera apuntando.
“Recuerdo salir de aquella reunión, reunir a mi pelotón y decirles: ‘Chicos, no vamos a hacer eso. Ya saben, si ven a un enemigo y, ya sabén, nos enfrentamos a él antes de que pueda apuntarnos con su arma y disparar, nos cubriremos las espaldas’”, dijo.
“Todo lo que hacen es coger un incidente y gritar ‘criminal de guerra’”, afirmó refiriéndose al New York Times, la izquierda y los demócratas, y añadió: “¿Por qué no íbamos a respaldar a estos tipos aunque no fueran perfectos?”.
Dijo que estaba orgulloso de su papel en la obtención de indultos de Trump en 2019 para un ex comando del Ejército de Estados Unidos que iba a ser juzgado por el asesinato de un presunto fabricante de bombas afgano, así como para un ex teniente del Ejército condenado por asesinato por ordenar a sus hombres disparar contra tres afganos, matando a dos. A instancias de Hegseth, Trump también ordenó un ascenso para Eddie Gallagher , un Navy SEAL condenado por posar con un cautivo muerto del Estado Islámico en Irak.
La toma de posesión de Biden
Hegseth se ha quejado de que él mismo fue etiquetado como extremista por la Guardia Nacional de Washington y dijo que se le impidió prestar servicio durante la toma de posesión de Biden, unas semanas después del ataque al Capitolio del 6 de enero, debido a un tatuaje de una cruz en el pecho. Dijo que decidió poner fin a su servicio militar poco después, disgustado.
Pero un compañero de la Guardia que trabajaba como agente de seguridad antes de la toma de posesión facilitó a AP un correo electrónico que había enviado en el que aparecía planteando su preocupación por otro tatuaje.
El sargento mayor retirado DeRicko Gaither, que en enero de 2021 trabajaba como director de seguridad física de la Guardia Nacional del Ejército de Washington D.C. y en su equipo de protección de fuerzas antiterroristas, dijo a la AP que recibió un correo electrónico de un antiguo miembro de la Guardia de Washington D.C. que incluía una captura de pantalla de una publicación en las redes sociales que incluía dos fotos que mostraban varios de los tatuajes de Hegseth.
Gaither dijo a AP que investigó los tatuajes -incluido uno de una cruz de Jerusalén y el contexto de las palabras “Deus Vult”, “Dios lo quiere” en latín, en su bíceps- y determinó que tenían suficiente conexión con grupos extremistas como para elevar el correo electrónico a sus oficiales al mando.
Varios de los tatuajes de Hegseth están asociados a una expresión de fe religiosa, según Heidi Beirich, del Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo, pero también han sido adoptados por algunos grupos de extrema derecha y extremistas violentos. Su significado depende del contexto.
El ex oficial de inteligencia de la Marina Travis Akers fue la persona que vio inicialmente las fotos en un chat de grupo, luego las investigó y decidió publicarlas en las redes sociales. Esas imágenes fueron vistas después por el ex miembro de la Guardia Nacional de Washington, que las envió en un correo electrónico anónimo a Gaither.
“Fue bastante preocupante ver eso en el cuerpo de un miembro del servicio, pero aún más preocupante ahora que una persona que eligió llevar esos símbolos está siendo nominada para dirigir el ejército nuclear más poderoso del mundo”, dijo Akers a la AP en una entrevista telefónica el viernes.
Algunos extremistas invocan su asociación con las cruzadas cristianas para expresar sentimientos antimusulmanes. El Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo señala que en 2023 esas palabras figuraban en los cuadernos del autor del tiroteo de Allen (Texas), Mauricio García. Anders Breivik, un extremista de derechas que mató a 77 personas en 2011, tenía marcas similares en su manifiesto.
En un correo electrónico que Gaither envió el 14 de enero de 2021 y que facilitó a la AP, planteaba su preocupación por Hegseth, mayor en aquel momento, y mencionaba únicamente el tatuaje “Deus Vult”. En el correo electrónico dirigido al entonces general de división William Walker, que estaba al mando de la Guardia Nacional de Washington D.C., Gauther planteaba su preocupación por el hecho de que la frase se asociara con supremacistas blancos que invocan la idea de un pasado medieval cristiano blanco, así como las cruzadas cristianas.
“MG Walker, señor, con la información proporcionada esto cae en la línea de Amenaza Interna y esto es lo que nosotros como miembros del Ejército de los EE.UU., la Guardia Nacional del Distrito de Columbia y el Equipo Antiterrorista/Protección de Fuerzas nos esforzamos por prevenir”, escribió Gaither.
“Le dije: ‘tienes que echarle un vistazo a esto’”, dijo Gaither en una entrevista telefónica con la AP el jueves. “Más tarde recibí un correo electrónico en el que se le decía que se mantuviera alejado”.
La toma de posesión de Biden tuvo lugar apenas dos semanas después de la insurrección, y el Ejército no corría riesgos. Más de 25,000 miembros de la Guardia estaban llegando a la ciudad y cada uno de ellos estaba siendo sometido a una investigación adicional, dependiendo de lo cerca que fueran a estar de Biden.
Jonathan Hoffman, ex secretario de prensa del Pentágono, explicó a los periodistas en una sesión informativa celebrada un día antes de la toma de posesión que se había ordenado a un total de 12 miembros de la Guardia Nacional que se quedaran en casa. Al menos dos de ellos fueron señalados por posibles problemas de extremismo; el resto se debió a otros problemas de verificación de antecedentes que fueron identificados como preocupantes por el Ejército, el FBI o el Servicio Secreto. No estaba claro si Hegseth se encontraba entre los 12 a los que se refería Hoffman en aquel momento.
Hegseth también ha especulado en entrevistas de podcast que se le pidió que se retirara por sus opiniones políticas, su papel como periodista que cubría el 6 de enero o porque trabaja para Fox News.