No pueden dormir en Hawaii por crecimiento poblacional del coquí
La población de los coquíes ha seguido creciendo en el archipiélago de Hawaii en años recientes y han comenzado a aparecer en mayores cantidades en la isla de Oahu, una de las más pobladas en el estado.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
PUBLICIDAD
Honolulu. - El coquí es una rana pequeña, del tamaño de una moneda, cuyo canto distintivo de apareamiento es adorado en Puerto Rico y en otras islas del Caribe. Pero la gente en Hawaii no comparten el mismo sentimiento.
La población de los coquíes ha seguido creciendo en el archipiélago de Hawaii en años recientes y han comenzado a aparecer en mayores cantidades en la isla de Oahu, una de las más pobladas en el estado. El coquí ya tenía gran presencia en la menos poblada Isla Grande y allí la gente se queja de no pueden dormir durante la noche por el ruido de miles de coquíes machos cantando de manera simultánea buscando aparearse, un coro que algunos comparan con el ruido estruendoso de un avión.
Las ranas también están evitando que los viveros de plantas puedan exportar a algunos mercados y depreciando el valor de algunas propiedades en Isla Grande de Hawaii. Su presencia no ha detenido la visita de los turistas, pero hay un temor de que sigan extendiendo su presencia.
Hay reportes de que solamente en 2011 han habido tantos coquíes en Oahu como en los siete años pasados combinados, dijo Derek Arakaki, quien ayuda a cazar a esas ranas para el Departamento de Agricultura de Hawaii.
Previamente, Arakaki y otros dos en el equipo de erradicación del coquí eran llamados para capturar esas ranas una o dos veces al mes. Este año han habido ocasiones en que los llaman dos veces por semana.
Hawaii no es el lugar nativo del coquí, que se ha convertido en un problema significativo en este estado, que no tienen depredadores naturales para controlar su crecimiento poblacional. Como resultado, se han regado rápidamente en los bosques y patios cerca de Hilo, desde que fueron llevado a Big Island en la década de 1990.
Desde entonces, han continuado con su avance hacia áreas más pobladas en Oahu en años recientes, metiéndose en plantas y resguardándose en carros, pilas de madera, paletas para carga y en otras cosas que son enviadas a Honolulu.
“Comparado con la cantidad que hay en Isla Grande (de Hawaii), bien pocas están logrando pasar”, dijo Carol Okada, un manejador de cuarentena del Departamento de Agricultura y que se dedica a coordinar los esfuerzos de control en contra de especies intrusas.
“Pero la cantidad que está logrando pasar es suficiente para establecer una población, así que estamos bien preocupados”, agregó.
El coquí, que recibe su nombre del sonido que produce, está apareciendo en lugares diversos, como en el bazar al aire libre del Mercado Internacional, ubicado en el corazón de Waikiki, la meca del turismo en Hawaii.
También encontraron coquíes en un árbol frente a un teatro. Siete coquíes también fueron encontrados en una residencia en la urbanización Diamond Head. Los residentes trajeron plantas de Isla Grande son saber que tenían que inspeccionarlas en contra de coquíes antes de enviarlas a Oahu.
Los miembros del equipo de erradicación del coquí dicen que los encuentran al imitar el llamado de apareamiento que producen, lo que hace que ellos respondan. Así rastrean el sonido y entonces los atrapan con un tubo transparente. A veces también rocean agua para hacer que canten.
En algunos casos, han el equipo anti-coquíes han encontrado tantas de esas ranitas que han tenido que matarlas con ácido cítrico, el químico preferido para erradicar ranas.
Ese fue el caso en Hauula, un pueblo rural de Oahu, donde se han propagado los coquíes en varias residencias y el parque. Residentes del lugar escucharon el canto durante la noche, pero no llamaron a las autoridades porque inicialmente pensaron que eran aves. Para el momento en que sí fueron alertadas las autoridades, los coquíes ya llevaban dos años apareándose allí. El equipo de erradicación necesitó varios meses para eliminarlos del lugar.
El problema se ha agravado debido a que los recortes de presupuesto por la recesión obligaron a reducir la cantidad de inspectores de carga de 95 a 50 personas. Esto ha provocado que el Departamento de Agricultura otorgue prioridad a inspeccionar la carga que llega de afuera del estado, porque es más probable que importe especies peligrosas, como serpientes, un animal que no se ha establecido en Hawaii.
Okada dijo que el estado tendrá que capturar más especies intrusas que logran colarse al tener menos personal en los puertos.
El estado ha tenido este problema con las serpientes, que pudieran desaparecer las aves en peligro de extinción en Hawaii. Una docena de serpientes, incluyendo boas y pitones, han sido capturadas desde julio.
El gobierno estatal está tratando de tomar medidas en los puertos, pero Okada advirtió que lo más temible de todo en este año ha sido lo cerca que se ha encontrado al coquí de la base de las montañas boscosas de Oahu. La población del coquí pudiera explotar si comienzan a reproducirse en un lugar como la parte posterior del valle de Manoa, donde llueve frecuentemente.
Las autoridades le piden al público que llamen al control de pestes si escuchan el canto de coquíes.