Phoenix.-El misterio que rodea la historia de una niña que padece leucemia y que fue sacada de un hospital en Arizona se profundizó el miércoles, cuando su padre dijo que la pequeña recibe atención médica en México y las autoridades sopesaban levantar cargos por negligencia contra la familia.

La Policía de Phoenix busca a Emily, de 11 años, desde el miércoles de la semana anterior, cuando de acuerdo con un video de vigilancia, su madre la sacó caminando del Hospital Infantil de esta ciudad, un día antes de que fuera dada de alta.

Las autoridades informaron que la niña fue sometida a tratamientos de quimioterapia durante un mes y se le había atendido por una infección que obligó a amputarle un brazo.

De acuerdo con la Policía, la niña corría el riesgo de una infección fatal si no se le llevaba de vuelta al hospital. Las autoridades buscan a la pequeña en Arizona, California y México, donde tiene parientes.

Las autoridades no lograban explicarse las razones por las cuales la madre, Norma Bracamontes, de 35 años, se llevó a la niña antes de la conclusión del tratamiento. Incluso la Policía considera presentar cargos penales si no regresan a la menor.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo el fin de semana al padre, Luis Bracamontes, de 46 años, cuando ingresaba a Arizona desde México. El hombre negó haber participado en la salida de su hija del hospital y dijo que desconocía su paradero.

Sin embargo, en una entrevista esta semana con NBC News, Bracamontes dijo que estaba a salvo y era atendida por médicos en México.

"Ella está bien y a salvo", apuntó, aunque se negó a revelar donde era atendida.

Bracamontes culpó al hospital de Phoenix por el hecho de que Emily perdiera el brazo y dijo que la clínica había presionado a la familia para que pagara los honorarios médicos. Mostró fotos de la niña antes y después de la cirugía y habló por celular con una niña y una mujer que aseguró eran su hija y su esposa.

Directivos del hospital negaron que éste condicione la atención de los pacientes a su capacidad de pago.

La Policía de Phoenix, por su parte, dijo que el relato del padre provoca más señales de preocupación.

"Estamos en el mismo punto donde estábamos el jueves pasado cuando comenzamos a buscarla", dijo el sargento de Policía Steve Martos el miércoles. "Entendemos el derecho de un padre de cambiar de médicos, de hospitales, no discutimos eso. Solo queremos asegurarnos de que Emily está recibiendo la atención médica adecuada que requiere para prevenir un fin potencialmente espantoso".

Tanto la madre como la hija son ciudadanas estadounidenses, mientras que el padre es un inmigrante mexicano que reside legalmente en Estados Unidos.