En Fall City, Washington, una niña de 11 años escapó de un tiroteo familiar fingiendo estar muerta, luego de que cinco de sus familiares fueron asesinados en su hogar el pasado 21 de octubre.

La policía comenzó las investigaciones tras recibir una llamada de emergencia realizada por la menor desde la casa de un vecino, según reportó CNN.

De acuerdo con documentos judiciales, la niña se despertó al escuchar disparos y al asomarse fuera de su habitación, encontró a su padre, Mark Humiston, y a su hermano de nueve años heridos en el pasillo.

Minutos después, su hermano mayor, de 15 años, ingresó en su habitación y disparó, hiriéndola en la mano y el cuello. Reconociendo la pistola Glock de su padre y al tirador como su propio hermano, la niña decidió fingir estar muerta para evitar más agresiones.

CNN informó que el joven de 15 años también realizó una llamada al 911, afirmando que su hermano de 13 años había asesinado a la familia antes de suicidarse. Sin embargo, la versión de la menor sobreviviente contradecía este testimonio, señalando a su hermano mayor como el agresor.

Las autoridades detuvieron al joven de 15 años, quien enfrenta cargos de homicidio agravado y de intento de homicidio. Su caso se encuentra en proceso de revisión para determinar si será juzgado como adulto, lo cual podría llevar meses.

En caso de ser condenado en el sistema de menores, sería retenido hasta los 25 años; si el caso se traslada a un tribunal de adultos, podría enfrentar una sentencia de 25 años a cadena perpetua.

La tragedia ha conmocionado a la comunidad de Lake Alice y Fall City, y se han organizado vigilias en honor a las víctimas. Sarah Perry, miembro del Consejo del Condado de King, pidió mantener a los afectados en sus pensamientos.

La violencia armada es la principal causa de muerte en menores en Estados Unidos, y este caso se suma a los 427 tiroteos masivos ocurridos este año, según el Archivo de Violencia Armada.