Washington. Los principales republicanos en el Capitolio de Estados Unidos trabajaron el martes para mantener bajo control el precio del postergado paquete de ayuda por la pandemia de coronavirus, tratando de prevalecer en una disputa en torno a la ayuda para gobiernos estatales y locales, al tiempo que limitan el costo de los subsidios por desempleo y los pagos directos que buscan los demócratas.

Las negociaciones sobre la ayuda por COVID-19 se intensificaron el martes tras meses de un estancamiento. Los principales cuatro líderes del Congreso se reunieron dos veces con la esperanza de finalmente llegar a un acuerdo que reviviría los subsidios para los negocios que se han visto afectados por la pandemia, ayudaría a la distribución de vacunas contra el coronavirus, financiaría a las escuelas y renovaría los beneficios por desempleo que expiran pronto.

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Luego de dos reuniones en la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en las que los demócratas presionaron por medidas más generosas para ayudar a los individuos que batallan con los estragos que ha causado el COVID-19 a la economía, el líder de la minoría en la cámara baja, Kevin McCarthy, dio una evaluación optimista.

“Creo que hemos construido mucha confianza”, comentó McCarthy. “Creo que vamos en la dirección correcta. Creo que existe una posibilidad de que lo hagamos”

El aumento de actividad podría verse como un indicio de que están cerca de concretar un acuerdo, aunque las negociaciones sobre la ayuda por COVID-19 han sido particularmente complicadas.

“Estamos haciendo un gran avance y soy optimista de que vamos a ser capaces de completar un acuerdo pronto”, dijo Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado.

La presión para que lleguen a un acuerdo es alta. Los subsidios por desempleo expiran el 26 de diciembre para más de 10 millones de personas, muchos negocios apenas pueden subsistir tras nueve meses de la pandemia y se necesita dinero para distribuir unas vacunas nuevas que finalmente ofrecen la esperanza de que el país volverá a la normalidad.

McConnell está teniendo un papel importante en la sesión y está presionando a los demócratas para que abandonen un paquete de ayuda de 160,000 millones de dólares para gobiernos estatales y locales. Varios demócratas de alto rango, incluidos aliados del presidente electo Joe Biden, han dicho que cederían y lucharían por la ayuda el próximo año.

El líder republicano dijo que haría a un lado una exigencia de provisiones que protejan a los negocios de demandas relacionadas al COVID-19, una prioridad clave, si los demócratas aceptan abandonar el paquete de ayuda de 160,000 millones de dólares.

“Podemos vivir para luchar otro día sobre lo que no estamos de acuerdo”, dijo McConnell el martes, “pero debemos seguir adelante con lo que podemos acordar”.

Pelosi ha insistido durante meses que la ayuda a gobiernos estatales y locales estaría incluida en cualquier propuesta, pero a medida que se acaba el tiempo, los demócratas parecen no estar dispuestos a retener el resto del paquete por esa exigencia.