El cofundador de OceanGate, Stockton Rush, dijo que el casco de fibra de carbono utilizado en un sumergible experimental que implosionó cuando se dirigía al sitio del naufragio del Titanic, fue desarrollado con ayuda de la NASA y de fabricantes de equipo aeroespacial, pero un funcionario de la NASA testificó el jueves que la agencia espacial había tenido muy poca participación.

OceanGate y la NASA se asociaron en 2020, y el organismo espacial planeaba desempeñar una función en la construcción y prueba del casco de fibra de carbono. Pero la pandemia de COVID-19 evitó que desempeñara dicha función, fuera de proporcionar algún asesoramiento en una maqueta temprana y no en el casco de fibra de carbono definitivo que se usó para transportar personas, dijo Justin Jackson, ingeniero de materiales de la NASA.

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“Proporcionamos consultas remotas durante la construcción de su artículo a una escala de un tercio, pero no realizamos ninguna fabricación o prueba de sus cilindros”, dijo Jackson.

Añadió que en un momento dado, la NASA declinó permitir que se mencionara su nombre en un comunicado de prensa de OceanGate. “El lenguaje que utilizaban se acercaba demasiado a una aprobación de nuestra parte, así que nuestra gente tuvo ciertas reservas con su nivel de aprobación”, dijo ante una comisión de la Guardia Costera que investiga la tragedia.

Rush fue una de las cinco personas que murieron cuando el sumergible implosionó en junio de 2023. El diseño del sumergible Titan de la empresa ha sido objeto de escrutinio desde que ocurrió el desastre.

La Guardia Costera inicio una audiencia pública a principios de este mes, la cual forma parte de una investigación de alto nivel sobre la causa de la implosión. Parte de los testimonios se han centrado en los problemas que enfrentaba la empresa.

Boeing fue otra de las empresas que proporcionó asistencia al participar en un estudio preliminar de factibilidad del uso de la fibra de carbono en el casco de presión y en pruebas de los sensores acústicos utilizados por OceanGate para detectar los cambios en el casco, pero declinó trabajar más con la empresa en 2020, dijo el jueves Mark Negley, ingeniero de materiales y procesos de Boeing.

Al final, OceanGate se apartó de algunas de las recomendaciones de Boeing sobre el espesor del casco de fibra de carbono y la orientación de las capas de ese material para dar una mayor resistencia, dijo.

Oficiales de la Guardia Costera notaron al inicio de la audiencia que el sumergible no había sido revisado independientemente, lo cual es una práctica estándar. Eso, y el diseño inusual del Titan, lo sometieron al escrutinio de la comunidad de la exploración submarina.

El jueves, John Winters, inspector de la Guardia Costera, dijo que estaba familiarizado con otros dos sumergibles de OceanGate antes de enterarse del nuevo dispositivo, que podría sumergirse más para llegar hasta el Titanic.

“No averiguamos cuáles fueron los estándares que se siguieron en su fabricación, quién lo construyó. Nada de eso se analizó”, dijo Winters a la comisión. “Fue sólo, ‘Hey, tenemos un submarino. Es adecuado para 4,000 metros. Tenemos un submarino para hacer eso ahora’… Obviamente, anticipando su uso para ir hacia el Titanic”.

Winters señaló que no estaba enterado de que OceanGate hubiera notificado a la Guardia Costera sobre la conclusión del Titán o que hubiera pedido asistencia sobre los estándares de construcción. OceanGate nunca solicitó una inspección, señaló.