La figura de James Bond es mundialmente conocida, como lo es también el universo automovilístico que caracteriza a sus más de seis décadas de vida en la ficción, que a partir de este viernes protagonizará una exposición en el Museo del Espía en Washington.

Abierta al público desde marzo de 2024 hasta abril de 2025, ‘Bond in Motion’ (Bond en movimiento) presenta en la capital estadounidense 17 piezas icónicas que aparecen en las películas del agente 007 desde 1962.

En los 26 filmes de Bond, el famoso agente secreto británico comparte protagonismo con distinguidos automóviles, como el Aston Martin DBS en ‘Quantum of Solace’ (2008), en el que Bond -interpretado en este caso por Daniel Craig- escapa de Mr. White (Jesper Christensen) por las estrechas calles de Siena (Italia).

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Este es uno de los modelos que el museo SPY alberga en una sala de casi 600 metros cuadrados pensada especialmente para el proyecto, que cuenta con la colaboración de EON Productions y de la Fundación Ian Fleming.

El Jaguar XKR de ‘Die another day’ (2002) y el AMC Hornet de ‘El hombre de la pistola de oro’ (1974), con el que el agente -al que da vida Roger Moore- persigue a gran velocidad por Bangkok (Tailandia) al villano Scaramanga (Christopher Lee), son otros de los vehículos que figuran en el recinto.

Este viaje por los más de 60 años de aventuras de James Bond protagoniza la primera exposición temporal que el museo acoge en sus renovadas instalaciones, que abrieron las puertas al público en 2019, según detalla la vicepresidenta de exposiciones y colecciones del centro, Kathryn Keane.

El proceso para hacerla realidad empezó hace un año, después de que ‘Bond in Motion’, que actualmente cuenta con una edición europea en Praga, estuviera disponible en Nueva York en 2022.

Más allá de los coches, otros vehículos que destacan en la amplia sala son el submarino de ‘Sólo para tus ojos”’ (1981) y el que utiliza el supervillano Ernst Stavro Blofeld (Charles Gray) en ‘Diamantes para la eternidad’ (1971), que fue construido de fibra de vidrio con un coste de 30.000 dólares.

Los usuarios también pueden ver de cerca la lancha Glastron Carlson CV23HT de ‘Moonraker’ (1979) y la motocicleta de la secuencia inicial de ‘Skyfall’ (2012), la Honda CRF250R.

Aunque el corazón de la muestra son los originales automóviles, la interactividad con el público suma fuerza a la propuesta, ya que los visitantes tienen la oportunidad de crear en unas pantallas su propio “auto Bond”, que es sometido a prueba para saber si sería apto para las misiones del agente 007.

Unas pantallas que también toman un papel relevante en la contextualización, puesto que acompañan al público a lo largo del recorrido ofreciendo información sobre la construcción de los aparatos y clips de vídeo que resumen su aparición en el cine.

Los organizadores de ‘Bond in Motion’ coincidieron este martes en su presentación en que la cultura pop que representa el universo cinematográfico de Bond es un buen punto de partida para toda aquella gente que no está familiarizada con el mundo del espionaje y de la inteligencia.