Mujer demanda a Rudy Giuliani; asegura que la coaccionó para tener sexo
Dio a conocer sus acusaciones por primera vez en enero pasado, pero las detalló a fondo en una demanda de 70 páginas presentada hoy en Nueva York.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Una mujer que asegura que fue una empleada informal de Rudy Giuliani mientras éste se desempeñó como abogado personal de Donald Trump afirma en una demanda que el exalcalde de la ciudad de Nueva York la coaccionó para tener relaciones sexuales y le debe casi $2 millones en salarios.
Noelle Dunphy señaló en la demanda que fue directora de desarrollo empresarial y asesora de relaciones públicas de Giuliani entre 2019 y 2021. Dio a conocer sus acusaciones por primera vez en enero pasado, pero las detalló a fondo en una demanda de 70 páginas presentada el lunes en Nueva York.
Giuliani refutó “vehementemente” las acusaciones a través de un portavoz.
“La vida de servicio público del alcalde Giuliani habla por sí misma y él interpondrá todos los recursos y contrademandas disponibles”, afirmó el asesor de comunicación de Giuliani, Ted Goodman.
Su abogado había negado previamente que Dunphy hubiera trabajado para Giuliani.
La demanda entablada el lunes describe a Giuliani, de 78 años, como un mujeriego, bebedor y consumidor de Viagra que exige que satisfacer sus exigencias sexuales sea “un requisito absoluto para su trabajo”. La demandante pide por lo menos 10 millones de dólares.
Dunphy señaló en la demanda que realizó varias grabaciones de audio de Giuliani, incluidas algunas en las que se le puede escuchar haciendo comentarios sexuales, exigiendo sexo y realizando declaraciones sexistas, racistas y antisemitas.
Los abogados de Dunphy se negaron a la solicitud de The Associated Press de compartir dichas grabaciones, asegurando que son parte del litigio.
En la demanda se incluyen capturas de pantalla de mensajes de texto sugestivos que supuestamente envió Giuliani.
La demanda asegura que Giuliani contrató a Dunphy en enero de 2019 y le prometió pagarle un millón de dólares anuales por su trabajo de consultoría. Pero le señaló que tenía que diferir su pago hasta que resolviera su divorcio con su tercera esposa, Judith, de acuerdo con la demanda.
Prácticamente de inmediato, según la demanda, Giuliani comenzó a realizar acercamientos sexuales, como besarla en el asiento trasero de una camioneta en su primer día de trabajo y exigirle que lo atendiera sexualmente, en ocasiones mientras hablaba por teléfono con amigos y clientes de renombre.
Dunphy asegura que Giuliani le exigía a menudo que trabajara en bikini o en unos shorts con la bandera de Estados Unidos que le había comprado, y le pedía que se desnudara para él durante las videollamadas.
Giuliani resolvió su divorcio en diciembre de 2019, pero Dunphy señaló que lo único que recibió de Giuliani fueron unos cuantos pagos en efectivo por 12.000 dólares para cubrir gastos de vivienda. Aún le debe 1.988.000 dólares, asegura.
The Associated Press no suele identificar a personas que aseguran haber sido víctimas de abuso sexual a menos que estas lo autoricen, como en el caso de Dunphy.