DALLAS. Un hombre de Texas que pasó la mayor parte de sus 78 años usando una cámara de pulmón de acero y se ganó un gran número de seguidores en las redes sociales, relatando su vida desde que contrajo poliomielitis en la década de 1940 hasta que se licenció en Derecho, falleció.

Paul Alexander falleció el lunes en un hospital de Dallas, según informó Daniel Spinks, un viejo amigo suyo. Dijo que Alexander fue hospitalizado recientemente, tras diagnosticársele COVID-19, pero desconocía la causa de la muerte.

Alexander tenía 6 años cuando empezó a utilizar un pulmón de acero, un cilindro que envolvía su cuerpo mientras la presión del aire de la cámara forzaba la entrada y salida de aire de sus pulmones. En los últimos años tenía millones de visitas en su cuenta de TikTok llamada “Conversaciones con Paul”.

Relacionadas

“Le encantaba reír”, dijo Spinks. “Era simplemente una de las estrellas brillantes de este mundo”.

Alexander le dijo a “The Dallas Morning News” en 2018 que estaba impulsado por la fe, y que lo que impulsó su motivación para tener éxito fueron sus difuntos padres, a quienes llamó “almas mágicas” y “extraordinarias.”

“Simplemente me amaban”, le dijo al periódico. “Me decían: ‘Puedes hacer cualquier cosa’. Y yo me lo creí”.

Según el periódico, Alexander quedó paralizado del cuello para abajo por el polio, y manejaba un implemento de plástico en la boca para escribir correos electrónicos y contestar el teléfono.

Alexander se licenció en Economía en la Universidad de Texas en 1978 y en Derecho en 1984.

El polio fue en su día una de las enfermedades más temidas del país, con brotes anuales que causaban miles de casos de parálisis. La enfermedad afecta sobre todo a los niños.

Las vacunas empezaron a estar disponibles en 1955, y una campaña nacional de vacunación redujo el número anual de casos en Estados Unidos a menos de 100 en la década de 1960 y a menos de 10 en la de 1970, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. En 1979, la poliomielitis se declaró eliminada en ese país, lo que significa que ya no se propagaba de forma rutinaria.