Más de 146.000 niños que estudian en Nueva York no tienen un hogar permanente
Estudio revela que el 94% de quienes dormían en albergues eran negros o latinos.
PUBLICIDAD
Nueva York. Más de 146.000 niños (uno de cada ocho) que estudian en las escuelas públicas de Nueva York son de familias sin techo en este curso 2023-24, siendo este el noveno año consecutivo en que más de 100.000 escolares son identificados como sin hogar, de acuerdo con un informe publicado hoy por la organización Advocates for Children.
El informe ‘Estudiantes sin hogar en la ciudad de Nueva York 2023-24′, señala que la cifra de estudiantes sin techo es un 23% más alta que el año anterior, cuando se registraron 119.000.
Los datos muestran además que el 54% de todos esos niños compartían vivienda temporalmente con otros menores en las mismas circunstancias o cuyas familias afrontaban dificultades económicas, y el 41% (más de 60.000) pasaron tiempo en refugios de la ciudad.
Relacionadas
El informe del 2022-23 señaló que el 86% de los estudiantes en hogares temporales y el 94% de los que dormían en albergues eran negros o latinos.
De acuerdo con la organización, aunque las nuevas cifras representan máximos históricos debido en parte a la llegada de miles de inmigrantes en los últimos dos años a la ciudad, la falta de vivienda entre estudiantes es un desafío de larga data.
El informe, con datos obtenidos del Departamento de Educación del Estado, reveló además que la cifra de estudiantes en viviendas temporales aumentó en cada uno de los 32 distritos escolares, encabezados por el Alto Manhattan y El Bronx.
También indica que aproximadamente el 5 % de los menores o uno de cada 20 estudiantes durmió en un albergue en algún momento durante el año escolar 23-24.
Igualmente la ONG recuerda que los estudiantes sin hogar y en particular aquellos que viven en refugios, enfrentan enormes obstáculos para cumplir con las reglas escolares, y citó datos recientes que señalan que la mitad de los menores en hogares temporales y el 67 % de los que viven en albergues tenían ausencias crónicas. Eso significa, destacó, que perdían al menos uno de cada diez días de escuela.
Otro dato señala que los estudiantes que viven en refugios abandonan la escuela secundaria a un ritmo tres veces mayor que sus compañeros que viven en hogar permanente.
“Estas importantes disparidades en los resultados académicos, junto con el continuo aumento de estudiantes sin hogar, subrayan la necesidad desde hace tiempo de aumentar la financiación para satisfacer las necesidades de estos estudiantes”, indicó Advocates for Children.