Una madre venezolana asegura que las autoridades estadounidenses confundieron a su hijo con un miembro del Tren de Aragua y lo enviaron injustamente a una prisión en El Salvador.

Según las declaraciones que ofreció Mirelys Cacique López a CNN, su hijo, identificado como Francisco García, tiene un tatuaje de una “corona” que fue confundido con un tatuaje típico de los miembros de este grupo.

El Tren de Aragua es un grupo delictivo que inició en una cárcel de Venezuela y se expandió a varios países, entre ellos Estados Unidos. Están catalogados como altamente peligrosos y se dedican al tráfico de drogas, además de emplear tácticas como el secuestro y asesinatos.

El nuevo gobierno estadounidense de Donald Trump prometió, además de una guerra contra los grupos criminales, devolver Estados Unidos a los estadounidenses y deportar migrantes sin un estatus migratorio definido, a sus países de origen.

El pasado fin de semana, Trump anunció un acuerdo con El Salvador para enviar migrantes, que presuntamente eran delincuentes del Tren de Aragua, a las temidas nuevas cárceles del presidente Nayib Bukele.

La medida fue ampliamente criticada, no solo por las denuncias que violaciones a derechos humanos que ha recibido Bukele, sino también porque estos migrantes fueron enviados a El Salvador pese a que un juez ordenó al gobierno de Trump detener el traslado hasta que se celebrara una vista.

Esta sería la primera orden judicial que incumple el mandatario estadounidense.

En medio de este huracán de cuestionamientos, la madre alega que no tiene noticias de su hijo desde hace semanas, y que entiende que fue enviado a El Salvador tras reconocerlo en una de las fotografías que presentó el gobierno estadounidense de los migrantes trasladados.

Cacique López aseguró que su hijo se trasladó a Texas y que trabajaba como barbero. Esta dijo a referido medio televisivo y escrito, que el joven no tenía antecedentes penales, y que fue injustamente enviado a El Salvador.

“Aquí (en el pecho) tiene una corona con mi nombre. Y en el brazo tiene tatuajes de los nombres de sus abuelas y de sus hermanas, la palabra familia, y que Dios da sus mejores batallas a sus mejores guerreros. Esos son los tatuajes de mi hijo... Para nosotros esa corona no pertenece al Tren de Aragua, es cuestión de gusto de las personas que se hacen tatuajes“, dijo la mujer al explicar los tatuajes que tiene su hijo.

Según continuó diciendo, la corona que tiene es una representación de “Dios” en su vida, muy lejos de ser la que utiliza el temido grupo.

La mujer no tiene contacto alguno con las autoridades estadounidenses y reclama saber sobre su hijo, que dijo, solo tenía una orden de deportación pendiente, pero no estaba relacionado a ningún grupo criminal.