Lake Charles, Louisiana. El impacto de dos huracanes en un lapso de seis semanas dejó el domingo a este rincón de Luisiana lleno de lonas, metal doblado y tendido eléctrico caído... pero no necesariamente en la desesperación.

Las cuadrillas de servicio recorrieron el suroeste del estado para intentar restaurar la electricidad tras el paso del huracán Delta, y los residentes comenzaron a regresar a casa a través de caminos rodeados de escombros y viviendas sin techo. Algunos se mostraron agradecidos de que los daños no fueron tan graves como podrían haber sido.

Las autoridades de Louisiana atribuyeron la muerte de un hombre de 86 años al huracán. El residente del municipio de St. Martin falleció a causa de un incendio que se originó después de que reabasteció de combustible a un generador en un cobertizo, informó el gobernador John Bel Edwards. Dijo que aparentemente el hombre no dejó que el generador se enfriara antes de ponerle el combustible.

Además, un turista de 19 años originario de Illinois murió ahogado luego de quedar atrapado en una corriente provocada por la tormenta en Destin, Florida, informaron las autoridades.

Unos 350,000 clientes en Luisiana continuaban sin energía eléctrica dos días después de que Delta tocó tierra cerca de la localidad de Creole con vientos de 100 mph, arremetiendo contra una parte de la entidad que aún no se recuperaba por completo del impacto de los vientos de 150 mph del huracán Laura el 27 de agosto. El paso de Laura dejó 27 muertos, según cifras oficiales, muchos de ellos debido a intoxicación por monóxido de carbono de generadores.

En tanto, los vestigios de Delta generaron fuertes precipitaciones en partes de Georgia, las Carolinas y Virginia.

A la tormenta también se le atribuyó el daño a una vía férrea y el descarrilamiento de un tren de carga en el área de Atlanta, que provocó un pequeño incendio y obligó brevemente a algunos residentes a evacuar sus viviendas. Dos miembros de la tripulación fueron trasladados a un hospital para observación y fueron dados de alta poco después.

Clair Hebert Marceaux perdió su casa en el municipio de Cameron, Luisiana, durante el impacto del huracán Laura y dijo que la comunidad estaba trabajabando duro en la reconstrucción de la comunidad al momento en que llegó Delta.

“No podemos perder nuestro ímpetu”, dijo, y añadió que había “enorme devastación” en la zona.

Marceaux, quien nació y creció en el municipio de Cameron, es la directora del ajetreado puerto de la comunidad, que a menudo recibe a flotillas de barcos camaroneros y cangrejeros y sirve como un vínculo fundamental para la industria petrolera y gasera de la región.

El tráfico marítimo quedó suspendido hasta que las autoridades portuarias y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército pudieran evaluar los daños. Embarcaciones hundidas, postes de luz y otros escombros llenaban las vías navegables de la zona.