El Partido Demócrata se queda con el Senado de los Estados Unidos tras proyectarse la victoria de la legisladora Catherine Cortez Masto en Nevada en las elecciones de medio término.

Con el triunfo de Cortez Masto, los demócratas contarán con al menos 50 sillas en la Cámara Alta y tendrán en sus manos el voto decisivo de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, quien también es la actual presidenta del Senado. La legisladora está proyectada a vencer al candidato republicano Adam Laxalt, quien era otro prospecto que respaldaba al expresidente Donald Trump, lo que sumaría otro fracaso a los esfuerzos políticos del entonces mandatario.

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Dicha victoria asegura que los demócratas, por lo menos, tengan control de una de las dos ramas del Congreso, dado que sigue incierto cuál partido regirá la Cámara de Representantes.

Además, dicho partido podría ganar una silla adicional en el Senado si logran reelegir al senador Raphael Warnock, del estado de Georgia. Warnock tendrá que enfrentar al republicano Hershel Walker en una segunda ronda en diciembre, dado que ninguno logró a sobrepasar el 50% de los votos durante el proceso electoral del pasado martes.

Ayer, viernes, los demócratas aseguraron un escaño tras la victoria del senador Mark Kelly, quien había entrado al Senado en 2020 para completar el término que dejó el entonces legislador John McCain tras su deceso en agosto de 2018. Kelly también logró vencer a Blake Masters, quien era otro seguidor ávido de Trump.