Nueva York.- Los neoyorquinos ya pueden visitar en el Museo de Historia Natural a Solitario George, el último espécimen conocido de tortuga gigante de Isla Pinta, en las Galápagos, que murió sin descendencia en junio de 2012, y con él se extinguió toda su especie.

El Museo de Historia Natural de Nueva York se hizo cargo en marzo de 2013 de la restauración y la preservación del cuerpo de la icónica tortuga, que ya se convirtió en un símbolo del aumento de especies en peligro de extinción en todo el planeta.

"Realmente significa más que su propia historia, que trasciende al individuo porque nos recuerda a los seres humanos nuestra responsabilidad como guardianes de la naturaleza y del impacto que podemos tener en otras especies", señaló a Efe la directora del Centro para Biodiversidad y Conservación del museo, Ana Porzecanski.

Solitario George, apodado así por el actor estadounidense George Gobel, que se hacía llamar de este modo, fue descubierto hace cuarenta años en Isla Pinta, donde permaneció en cautiverio en una estación biológica y podía ser visitado por los turistas.

Los biólogos intentaron cruzar a Solitario George con otras especies en varias ocasiones para asegurar la continuidad de su raza, pero ninguno de ellos tuvo éxito para esta tortuga, que se calcula que tenía más de cien años en el momento de su muerte.


Porzecanski relató que las tortugas gigantes sufrieron drásticamente el impacto del ser humano, ya que los marineros que pasaban por delante de las Islas Galápagos hace más de un siglo "cargaban a las tortugas en sus barcos como alimentos porque podían sobrevivir sin agua o comida durante meses".

Más recientemente, las consecuencias de la huella humana fueron incluso más negativas, ya que nuevas especies como ratas o cabras llegaron a las Galápagos y se apropiaron del alimento de las tortugas gigantes hasta que una de ellas se quedó sola, el Solitario George.

Actualmente y con la amenaza del cambio climático, este impacto es superior porque el archipiélago está recibiendo "especies invasoras" y los habitantes nativos "no están preparados para estos nuevos competidores", advirtió la científica.

Tras alabar el destacado trabajo de Ecuador en cuanto a la protección de la fauna, Porzecanski subrayó que todavía hay muchas especies en estas islas que están a día de hoy en riesgo de extinción, como otro tipo de tortugas.

"Lo interesante -explicó- es que también se reintroducen en algunas islas, ya que las tortugas tienen un rol particular en el medio ambiente. Son como ingenieros del ecosistema, porque al pasar crean espacios abiertos que permiten a otras especies nidificar", indicó.

Después del proceso de preservación, Solitario George aparece ante el público como si estuviera en vida y la postura de su cuello permite apreciar el imponente tamaño del animal, de 1,5 metros de largo.

La presencia de Solitario George en el Museo de Historia Natural coincide con el centésimo aniversario de la muerte de Marta, la última representante de la paloma migratoria, llamada así en honor a Marta Washington.

Solitario George estará expuesto en el Museo de Historia Natural hasta el 4 de enero de 2015, cuando será devuelto al Gobierno de Ecuador, que lo exhibirá en alguno de los museos del país, previsiblemente en Quito.