Un juez de Illinois exoneró a dos primos latinos, que pasaron 42 años en prisión por el asesinato de una pareja de adolescentes, y lograron recuperar su libertad, informaron este viernes abogados del Exoneration Project de la Universidad de Chicago.

James Soto, de 62 años y David Ayala, de 60, fueron juzgados y condenados por un mismo jurado por el tiroteo ocurrido el 16 de agosto de 1981, donde murieron Julie Limas, de 16 años, y Héctor Valeriano, de 18, en un parque de Chicago.

No hubo evidencia física que vinculara a los primos con el doble asesinato y ellos nunca confesaron. La condena a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional se basó casi únicamente en testimonios manipulados, según los abogados de los hispanos.

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Un juez ordenó la exoneración de los dos hispanos el jueves y fueron liberados en horas de la noche.

Lauren Myerscough-Mueller, abogada del proyecto advirtió que los primos hispanos cumplieron la sentencia injusta más larga del estado de Illinois.

Soto dijo a la salida de la cárcel que espera ayudarse con su primo mutuamente, según información citada por la televisora CBS.

“Sé que no podemos continuar donde dejamos nuestras vidas cuando nos condenaron, pero haré todo lo posible para ayudarlo, como él me ayudará a mí, a recomponer nuestras vidas”, agregó.

La exoneración de los dos hispanos se une a múltiples esfuerzos en ese estado para liberar a personas condenadas injustamente.

Esta clase de esfuerzos se están multiplicando por todo Estados Unidos. El miércoles, el fiscal de Los Ángeles, George Gascón, anunció la liberación de Giovanni Hernández y Miguel Solorio, sentenciados cuando eran adolescentes por crímenes que no cometieron.

“Es realmente devastador cuando se condena injustamente a personas, especialmente cuando eran tan jóvenes en el momento de su arresto. En el caso del señor Solorio tenía 19 años. El señor Hernández tenía sólo 14 años”, señaló Gascón.

Solorio pasó 25 años en prisión tras ser encontrado culpable de asesinato. Hernández fue condenado a cadena perpetua por un homicidio en 2006.

Gascón se disculpó con los dos hispanos por sus condenas injustas y elogió el trabajo de  los fiscales de la unidad de Integridad de Condenas para ayudar a corregir estos errores.