El Congreso de Arizona, controlado por los republicanos, dio la aprobación final el martes a una propuesta que solicita a los votantes convertir en un delito estatal el ingreso de no ciudadanos al estado a través de México en cualquier lugar que no sea un puerto de entrada, enviando la medida a la boleta del 5 de noviembre.

La votación se produjo mientras el presidente Joe Biden presentó planes el martes para restringir el número de migrantes que buscan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, y señaló: “Esta acción ayudará a ganar control de nuestra frontera, restaurar el orden en el proceso”.

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La propuesta de Arizona, aprobada en una votación de 31 a favor 29 en contra por la Cámara de Representantes del estado, permitiría que la policía estatal y local arreste a las personas que cruzan la frontera sin permiso y autorizaría a los jueces estatales a ordenar que las personas declaradas culpables por ese delito sean devueltas a su país de origen.

La propuesta evita a la gobernadora demócrata Katie Hobbs, que había vetado una medida similar a principios de marzo y ha denunciado el esfuerzo por llevar el tema a los votantes.

Los representantes republicanos cerraron el acceso a la galería superior del recinto antes del inicio de la sesión el martes, mencionando preocupaciones de seguridad y posibles interrupciones. Esta acción provocó las críticas inmediatas de los demócratas, que exigieron la reapertura de la galería.

“La galería pública debe estar abierta al público. Esta es la Cámara de Representantes del pueblo”, dijo la representante estatal Analise Ortiz.

Los defensores del proyecto de ley dijeron que era necesario para garantizar la seguridad a lo largo de la frontera sur del estado, y que los votantes de Arizona deberían tener la oportunidad de decidir el tema por sí mismos.

“Necesitamos este proyecto de ley y debemos actuar sobre él”, dijo el representante estatal John Gillette, un republicano.

Los opositores señalaron que el proyecto de ley era inconstitucional y dijeron que llevaría a que se produjeran incidentes de discriminación racial, separaría a los niños de sus padres y crearía varios millones de dólares en costos adicionales de vigilancia policial que el estado difícilmente puede permitirse.

“No es una solución. Es política de año electoral”, aseveró la representante Mariana Sandoval, que es demócrata.

La propuesta es similar a una ley de Texas, que fue suspendida por un tribunal federal de apelaciones mientras es impugnada. El Senado de Arizona aprobó la propuesta con 16 votos a favor y 13 en contra, en una votación de líneas partidistas.

Aunque la ley federal ya prohíbe la entrada no autorizada de migrantes a Estados Unidos, los defensores de la medida afirman que es necesaria porque el gobierno federal no ha hecho lo suficiente para evitar que las personas crucen ilegalmente por la vasta y porosa frontera entre Arizona y México. También señalan que las personas que entran a Arizona sin autorización cometen usurpación de identidad y se aprovechan de los beneficios públicos.