La Reserva Federal (Fed) estadounidense anunció este miércoles una bajada de los tipos de interés en Estados Unidos de un cuarto de punto, que constituye su tercer y último descenso del año y el tercero consecutivo desde septiembre.

La tasa de referencia de los tipos se sitúa así en un rango del 4.25 % al 4.5 %, informó el banco central estadounidense en un comunicado.

Los 19 responsables de política del banco central estadounidense proyectaron que reducirán la tasa referencial en un cuarto de punto solo dos veces en 2025, comparado con las tres veces que vaticinó en septiembre.

Pero ahora, la Fed enfrenta una variedad de desafíos mientras busca completar un “aterrizaje suave” para la economía, mediante el cual las tasas altas logren controlar la inflación sin causar una recesión. Entre ellos, el principal es que la inflación sigue siendo persistente: según el indicador preferido de la Fed, la inflación anual fue del 2.8% en octubre, la misma que en marzo y aún persistentemente por encima del objetivo del 2% del banco central.

Al mismo tiempo, la economía está creciendo rápidamente, lo que sugiere que las tasas más altas no han restringido mucho la economía. Como resultado, algunos economistas, y algunos funcionarios de la Fed, han argumentado que las tasas de interés no deberían reducirse mucho más por temor a sobrecalentar la economía y reavivar la inflación. Por otro lado, el ritmo de contratación se ha enfriado significativamente desde que comenzó 2024, una preocupación potencial porque uno de los mandatos de la Fed es lograr el máximo empleo.

La tasa de desempleo, aunque aún baja en el 4.2%, ha aumentado casi un punto porcentual completo en los últimos dos años. La preocupación por el aumento del desempleo contribuyó a la decisión de la Fed en septiembre de reducir su tasa clave en medio punto, más de lo habitual.

Además, el presidente electo Donald Trump ha propuesto una serie de recortes de impuestos, de beneficios de la Seguridad Social, los ingresos por propinas y los ingresos por horas extras, así como una reducción de regulaciones. Colectivamente, estas medidas podrían estimular el crecimiento. Al mismo tiempo, Trump ha amenazado con imponer una variedad de aranceles y buscar deportaciones masivas de migrantes, lo que podría acelerar la inflación.

El presidente Jerome Powell y otros funcionarios de la Fed han dicho que no podrán evaluar cómo las políticas de Trump podrían afectar la economía o sus propias decisiones sobre tasas hasta que se disponga de más detalles y quede más claro cuán probable es que las propuestas del presidente electo se promulguen realmente. Hasta entonces, el resultado de las elecciones presidenciales ha aumentado principalmente la incertidumbre en torno a la economía.

“Tengo la menor idea de lo que sucederá con la economía en los próximos 12 meses que he tenido en años”, dijo Subadra Rajappa, jefa de estrategia de tasas estadounidenses en Societe Generale. “Esto va a ser un trabajo en progreso a medida que las cosas evolucionen”, dijo.