La Casa Blanca de Trump no habla español
El presidente desatiende casi por completo a los estadounidenses hispanoparlantes.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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WASHINGTON — La Casa Blanca no habla español y cuando intenta escribirlo se equivoca.
Pese a que es un ávido usuario de las redes sociales, el presidente Donald Trump desatiende casi por completo a los estadounidenses hispanoparlantes.
A contramano de sus predecesores George W. Bush y Barack Obama, que tuvieron páginas en español, su administración cerró en enero temporalmente la web en ese idioma. Dijeron que crearían una versión nueva pero cinco meses después brilla por su ausencia.
El gobierno de Trump eliminó de su equipo de comunicación al funcionario encargado exclusivamente de atender a la prensa hispana y desde su creación el 31 de enero la cuenta de Twitter @LaCasaBlanca ha publicado apenas 41 mensajes de los cuales 20 fueron en inglés. Los 21 mensajes en español publicados hasta el 27 de junio -a un promedio de dos por semana- sumaron un total de 377 palabras e incluyeron una decena de errores ortográficos o gramaticales.
En lugar de “defender a la constitución” uno de los mensajes empleó la grafía inédita “defenderála constitución”, otro se refirió a los estadounidenses como “americanos” y en otro pudo leerse “@POTUS renueva compromise con @NASA”.
Helen Aguirre Ferré, directora de comunicaciones de la Casa Blanca, dijo que su equipo planea lanzar una web en español a fines de este año y recordó que Obama tardó nueve meses en hacerlo. “La prioridad sigue siendo mejorar la página web en inglés”, dijo.
Agregó que no está previsto contratar a alguien dedicado a tiempo completo a la prensa en español, que ella y otra integrante de su equipo son bilingües y ofrecen entrevistas en inglés y español y que la prensa en español es bienvenida a las conferencias y otros eventos al igual que la angloparlante.
"Creo que han anulado al voto latino y piensan ‘Nunca voy a conseguirlo, así que ¿por qué debería molestarme?'", dijo a AP Luis A. Miranda Jr., quien trabajó para Hillary Clinton y el exalcalde republicano de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani.
Mientras otras administraciones republicanas han priorizado mantener informados a quienes no hablan inglés con Trump "es como que no hay interés en tener un gobierno inclusivo", añadió.
Una de las pocas dependencias del gobierno federal que sí ha actualizado recientemente sus mensajes en español es el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (conocido como ICE por sus siglas en inglés), encargado de deportar a los inmigrantes no autorizados. ICE anunció en mayo la ampliación de su página en español y el lanzamiento de su cuenta en Twitter @ICEespanol.
Durante su campaña electoral Trump propuso deportar a los 11 millones de inmigrantes que residen en el país sin autorización, calificó de “criminales” y “violadores” a los inmigrantes mexicanos y criticó a su rival Jeb Bush por insistir en hablar español.
“Tenemos un país donde, para integrarse, tienes que hablar inglés. Este es un país donde hablamos inglés, no español”, dijo durante un debate de las primarias republicanas Trump, quien reúne al menos 100 millones de seguidores en Facebook, Twitter e Instagram.
Un análisis del Center for Immigration Studies sobre cifras del censo concluyó que la cantidad de residentes en Estados Unidos que hablan en casa un idioma distinto del inglés aumentó de 28 millones en el año 2000 a más de 40 millones en la actualidad.
Las limitaciones de Trump con el idioma de Cervantes traen a la memoria las dificultades que atravesó la página en español que el gobierno de Obama lanzó en 2014 para que los consumidores pudieran adquirir seguro médico. Según sus detractores los textos en español estaban tan mal escritos que supusieron que habían sido redactados por una computadora.
Sin embargo, durante el gobierno de Obama se publicaba a diario material nuevo en la página en español sobre temas relevantes para la comunidad hispana como la inmigración, la reforma de salud, la reforma bancaria y beneficios para integrantes de las fuerzas armadas.
Roberto Izurieta, director de los programas latinoamericanos y de campañas políticas de la Universidad George Washington, dijo a AP que en las democracias modernas el mayor poder que ejercen sus presidentes es el de la comunicación.
“La retórica desde la campaña y aún hoy ha sido muy agresiva y muy antihispana”, indicó el académico. “El presidente decidió desde el primer día apelar a su base electoral. Eso significa seguir con retórica divisiva”.
Trump, quien llegó a la Casa Blanca con un 28% del voto latino según encuestas de boca de urna, ha interactuado de manera limitada con los hispanos.
Si bien el mandatario no ha invitado a la Casa Blanca al bloque de congresistas hispanos demócratas pese a que el vocero Sean Spicer aludió hace meses a esa posibilidad, Trump viajó este mes a la Pequeña Habana de Miami para anunciar su nueva política hacia Cuba.
El presidente de la U.S. Hispanic Chamber of Commerce Javier Palomarez, quien fue un duro crítico de Trump durante la campaña, se mostró gratamente sorprendido por la comunicación “constante” que ha mantenido con el equipo del republicano incluyendo reuniones con miembros del gabinete, con su hija Ivanka y llamadas semanales con la subdirectora de Relaciones Públicas de la Casa Blanca, Jennifer Korn.
“Pese a la retórica, pese a la campaña, lo que he descubierto... y yo estaba muy en contra de que él fuera presidente... es que han estado más que dispuestos para hablar y relacionarse con nosotros”, dijo. “Es el mismo nivel de acceso o mayor del que tuvimos con el gobierno de Obama”.