El gobierno de Donald Trump sigue estableciendo su política pública de recortes. Ahora, a través de un memorando, la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OMB, en inglés) de la Casa Blanca, ordenó frenar desde hoy, martes, todas las subvenciones y préstamos del gobierno federal.

El documento, que firma Matthew Vaeth, jefe de la OMB, le requiere a las agencias federales “identificar” y “revisar” todos los programas federales de asistencia financiera, para “hacerlos cónsonos con la política pública del presidente”.

También se especifica que la paralización de estos programas, que comienza hoy a las 5:00 de la tarde, no afectará los desembolsos de programas como el Seguro Social y el Medicare.

“Esta pausa temporal le dará tiempo a la administración para revisar los programas de las agencias y determinar los mejores usos de los fondos de acuerdo con la ley y las prioridades del presidente”, dice el documento.

Según la misiva, el gobierno de Trump buscará “enfocar el dinero de los contribuyentes en promover un Estados Unidos más fuerte y seguro, eliminar la carga financiera de la inflación para los ciudadanos, liberar la energía y la manufactura estadounidenses, poner fin al ‘despertar’ y la militarización del gobierno”.

Puerto Rico se beneficia de programas de subvenciones y préstamos federales, por lo que se vería afectado con esta medida. Entre otros programas, en la Isla se implementa el Programa de Préstamos de Vivienda en Área Rural (Rural Housing Loans), que ofrece asistencia en forma de préstamo luego de haya ocurrido un desastre natural a personas que viven en área rural. Se desconoce todavía el impacto que esta medida tendrá en programas como este.

Washington es un centro de gastos que fluye hacia varios departamentos, gobiernos locales, organizaciones sin fines de lucro y contratistas, y el memorando ha dejado a innumerables personas que dependen de ese dinero preguntándose cómo se verán afectadas.

La pausa es el ejemplo más reciente de cómo Trump está aprovechando su poder sobre el sistema federal para avanzar sus objetivos conservadores. A diferencia de durante su primer mandato, cuando Trump y muchos miembros de su círculo íntimo eran desconocidos en Washington, esta vez está llegando profundamente a la burocracia.

“Están llevando la agenda del presidente de abajo hacia arriba”, dijo Paul Light, un experto en el gobierno federal y profesor emérito de servicio público en la Universidad de Nueva York.

Pero agregó que hay riesgos en el enfoque de Trump, especialmente con tantos votantes dependientes de Washington.

“No puedes solo molestar, molestar, molestar. Tienes que entregar resultados”.

Las reducciones presupuestarias en el gobierno, no obstante, fueron parte de las promesas de campaña de Trump.