Washington. Una encuesta de la firma Ipsos y que fue publicada por la agencia Reuters, ubica a la casi segura candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris con un 44% del respaldo electoral estadounidense frente a Donald Trump, quien refleja un 42% de intención del voto.

Aunque la diferencia es tan estrecha que entra dentro del margen de error estadístico, el desempeño de la vicepresidenta en el sondeo es mejor que el de Biden, quien el domingo abandonó su campaña de reelección tras semanas de presión interna por su desastrosa actuación en el debate electoral de junio contra Trump.

Desde que Biden declinó en favor de Harris, las grandes figuras del Partido Demócrata han cerrado filas con la vicepresidenta, quien ya ha asegurado el apoyo de suficientes delegados como para garantizar su nominación en la Convención Nacional Demócrata de agosto.

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Sin embargo, el equipo de campaña del expresidente de Trump consideró el entusiasmo generado por la candidatura de Harris como algo pasajero.

Así se desprende de un memorándum escrito el martes por Tony Fabrizio, asesor del magnate neoyorquino, en el que pronostica que durante las próximas dos semanas Harris vivirá una “luna de miel” propiciada por encuestas y coberturas favorables en los grandes medios de comunicación.

Pero después, argumenta Fabrizio, los votantes “volverán a enfocarse” en el papel que Harris ha tenido dentro de la Administración de Joe Biden y volcarán sobre ella “el descontento” por la inflación y las cifras récord de llegadas de migrantes.

“Aunque las encuestas pueden variar a corto plazo y ella puede activar un poco las bases demócratas, Harris no puede cambiar quién es ni lo que ha hecho”, escribió el asesor.

Paralelamente, se extiende la preocupación dentro de las filas republicanas por el poco entusiasmo que ha generado la elección del senador de Ohio J.D. Vance como candidato a vicepresidente de Trump, nominado la semana pasada por la Convención Nacional Republicana.

Según un análisis de la CNN, la aprobación de Vance es de -6 puntos, lejos de la media de +19 puntos que desde 2000 han cosechado los candidatos a vicepresidente tras sus respectivas convenciones.