Washington. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó este viernes que “no hay lugar seguro” al que puedan huir los civiles de la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza y donde Israel prepara una ofensiva terrestre.

“No hay ningún lugar seguro al que puedan ir estas personas y estar a salvo”, dijo Harris a la prensa antes de salir de viaje a Puerto Rico.

En Rafah viven en estos momentos más de 1.4 millones de desplazados por la violencia, más de la mitad de la población del enclave, aunque Israel asegura tener un plan aún no revelado para desalojar a la población civil.

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Los comentarios de Harris llegan el mismo día en que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió en Tel Aviv con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien insistió en su intención de expandir su ofensiva militar a Rafah como “única forma de derrotar a Hamás”.

Un campamento de carpas aloja a palestinos desplazados por la ofensiva israelí en Rafah, Franja de Gaza
Un campamento de carpas aloja a palestinos desplazados por la ofensiva israelí en Rafah, Franja de Gaza (Hatem Ali)

El Gobierno de Biden está ejerciendo cada vez más presión sobre Israel para que permita la entrada de ayuda humanitaria por vía terrestre a la Franja de Gaza, donde la mitad de la población está en riesgo de hambruna inminente, y está impulsando un acuerdo para lograr un alto el fuego temporal y el intercambio de rehenes por presos palestinos.

Estados Unidos presentó este viernes por primera vez ante el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para pedir “un alto el fuego inmediato” en la Franja, después de haber vetado tres veces resoluciones en esa dirección.

Esta vez la resolución no fue vetada por Washington, como las veces anteriores, sino por China y Rusia, quienes argumentaron que incluía “vocabulario equívoco” y el llamado al cese el fuego no era claro.