Las Vegas. El hombre que saltó sobre un banco judicial y atacó a una jueza de Nevada la semana pasada, fue encadenado y vigilado de cerca el lunes cuando compareció ante la misma jueza y fue sentenciado a hasta cuatro años de prisión estatal.

El castigo se impuso en relación con un cargo de intento de agresión que data del año pasado, del que el acusado se declaró culpable en noviembre y estaba en el tribunal para ser sentenciado el 3 de enero cuando se lanzó contra la jueza.

“Quiero dejar claro que no voy a cambiar ni modificar la sentencia que estaba en proceso de imponer la semana pasada antes de que fuera interrumpida por las acciones del acusado”, dijo la jueza del Tribunal de Distrito del Condado de Clark, Mary Kay Holthus, mientras Deobra Delone Redden estaba esposado ante ella.

El acusado estaba flanqueado por guardias de seguridad de la cárcel, con una máscara que le cubría parte del rostro y guantes naranjas en las manos.

Si bien la sentencia podría durar hasta cuatro años, Redden podría obtener la libertad condicional en 19 meses, dependiendo de su comportamiento en prisión y de las decisiones tomadas por una junta de libertad condicional.

Ni a Redden ni a su abogado, Caesar Almase, se les pidió hablar durante la breve comparecencia ante el tribunal el lunes. Está previsto que Redden comparezca ante un juez diferente el martes con respecto a 15 nuevos cargos de delitos graves y menores relacionados con el ataque en la sala del tribunal. Podría enfrentar décadas de prisión si es declarado culpable.

Almase se negó a hacer comentarios fuera del tribunal. No representará a Redden el martes porque fue testigo del ataque en la sala del tribunal.

Redden, de 30 años, le había estado diciendo a Holthus el miércoles que estaba “en un lugar mejor” mentalmente y que no creía que debiera ser enviado a prisión. Pero cuando la jueza dejó en claro que lo iba a encerrar, saltó la mesa de la defensa y se lanzó sobre el banco de la jueza, aterrizando encima de ella. El video mostró su caída contra una pared y una bandera estadounidense cayendo sobre el banco.

Holthus sufrió algunas lesiones pero volvió a trabajar al día siguiente.

Redden tuvo que ser arrebatado de la jueza por varios funcionarios del tribunal y personal de seguridad de la cárcel, incluidos algunos que fueron vistos lanzando golpes. Un alguacil fue hospitalizado con un corte sangrante en la frente y un hombro dislocado. Estuvo nuevamente en la sala del tribunal el lunes, vestido con ropa de calle y una gorra de béisbol.

La madre adoptiva de Redden, Karen Springer; y su hermana mayor, LaDonna Daniels, dijeron a los periodistas fuera del tribunal que a Redden le han diagnosticado esquizofrenia y trastorno bipolar, aunque los registros judiciales muestran que se le consideró competente para ser juzgado.

“Sin faltar el respeto. No negamos lo que hizo”, dijo Springer, señalando que se sorprendió el 3 de enero cuando Redden, en sus palabras, “simplemente estalló”.

“Él lucha con su enfermedad”, dijo Daniels, explicando que su hermano no había estado en tratamiento recientemente. “Es un desequilibrio químico. No creo que enviarlo a prisión ayude”.

El fiscal de distrito del condado de Clark, Steve Wolfson, dijo que los antecedentes penales de Redden incluían condenas por tres delitos graves y nueve delitos menores, en su mayoría relacionados con actos violentos. La comunidad necesita ser protegida, afirmó.

“A veces le damos demasiadas oportunidades a demasiadas personas”, dijo el fiscal. “Ésta es una situación en la que al señor Redden se le dieron demasiadas oportunidades”.

Un alguacil de la corte le dijo a la policía de Las Vegas que después de que Redden fuera esposado y llevado a una celda de detención el 3 de enero, dijo que creía que la jueza era “malvada” y que “me tenía la culpa”.

Redden permaneció encarcelado el lunes con una fianza de 54,000 dólares en espera de su comparecencia ante el tribunal el martes por cargos que incluyen intento de asesinato, extorsión, coerción con fuerza y agresión a una persona protegida, en referencia a la jueza y a los agentes que acudieron en su ayuda.