Nueva York.- Una jueza de Nueva York rechazó hoy desestimar un caso iniciado en junio contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, tres de sus hijos y la fundación a su nombre, cuya defensa argumentaba que no se puede demandar a un mandatario en funciones en una corte estatal.

La magistrada Saliann Scarpulla decidió seguir adelante con el juicio iniciado en la Corte Suprema del estado de Nueva York por la Fiscalía, que acusa a Trump de haber utilizado ilegalmente su fundación para apoyar su campaña electoral, pagar gastos personales y promocionar sus negocios.

Los abogados de Trump citaban una cláusula de la Constitución de EE.UU. que sugiere que un "presidente en funciones no debería ser demandado", pero Scarpulla señala que la acción legal "se basa en actos no oficiales del presidente" y se apoya en un caso civil de 1997 contra el expresidente Bill Clinton.

La fiscal general de Nueva York, Barbara Underwood, aplaudió la decisión de la jueza y recordó que, de acuerdo a la demanda interpuesta, "la Fundación Trump funcionaba como poco más que una chequera al servicio de los intereses de negocios y políticos" del presidente.

"Hay normas que gobiernan a las fundaciones privadas y pretendemos aplicarlas, sin importar quién dirige la fundación", añadió la fiscal en un comunicado.

La demanda busca la disolución de la fundación, la restitución de al menos 2.8 millones de dólares y que se prohíba temporalmente a Trump y tres de sus hijos participar en la dirección de organizaciones sin ánimo de lucro.

Los Trump alegaban que la corte estatal no tenía competencia sobre el caso y que la Giscalía tiene un "sesgo generalizado", a lo que Scarpulla se opuso defendiendo su "investigación legítima y exhaustiva" y rechazando la moción "con base jurisdiccional" en el caso de Clinton.