Investigan ofertas de compra no solicitadas de propiedades en Lahaina
Antes del devastador incendio del 8 de agosto, la ciudad estaba sometida a un rápido proceso de gentrificación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Honolulu, Hawai. Las autoridades de Hawai abrieron varias investigaciones sobre personas que supuestamente realizaron ofertas no solicitadas por propiedades en la localidad de Lahaiana, arrasada por un incendio el mes pasado, incumpliendo una nueva orden de emergencia, dijo el gobernador de Hawai, Josh Green, el jueves.
Green prohibió ese tipo de ofertas el 19 de agosto con la firma de una proclamación de emergencia que busca impedir que los terrenos de la histórica comunidad costera de Maui pasen a manos de compradores de fuera. La orden intenta que los residentes tengan cierto “respiro” mientras deciden qué harán, afirmó Green en una entrevista con The Associated Press.
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Antes del devastador incendio del 8 de agosto, Lahaina era una ciudad sometida a un rápido proceso de gentrificación y, desde entonces, preocupa que los nativos hawaianos y los residentes nacidos en la zona con propiedades que llevan generaciones en sus familias puedan verse presionados a vender.
El temor es que se marchen de Lahaina, de Maui o incluso del estado, llevándose consigo su cultura y tradiciones, y contribuyan al éxodo de residentes que se marchan a sitios menos caros para vivir.
“Lo hemos visto en muchos lugares en nuestro país y en nuestro mundo, cuando la gente lo ha perdido todo menos su tierra y alguien se abalanza sobre ellos y compra propiedades por unos céntimos”, dijo Green. “Queremos mantener estas tierras en manos de la población local y queremos darles, al menos, la oportunidad de decidir si quieren volver a construir”.
Según las autoridades, 115 personas perdieron la vida en el incendio que arrasó Lahaina en cuestión de horas. Entre 1,800 y 1,900 viviendas quedaron destruidas. Entre sus 12,000 habitantes hay muchos trabajadores de hoteles y restaurantes de la cercana Kaanapali y de la propia Lahaina.
Unas 6,000 personas se alojan en hoteles y alquileres vacacionales a la espera de que se limpien los residuos tóxicos que dejó el fuego y comience la reconstrucción.
A principios de mes, Green dijo que quería imponer una moratoria a la venta de terrenos en la comunidad para evitar que los locales se vean desplazados. Pero el gobernador demócrata indicó que un veto total “puede no ser factible” y que no quería impedir que quienes estudian vender inicien las negociaciones.
La prohibición de las ofertas no solicitadas por propiedades era una moratoria “de facto”, añadió.
Según Green, se han denunciado ofertas no deseadas al fiscal general, pero no indicó cuántas investigaciones se han abierto. Quienes sean declarados culpables de una infracción podrían recibir penas de hasta un año de cárcel y multas de hasta 5,000 dólares.
Melody Lukela-Singh, residente en Lahaina, estaba decepcionada porque Green no impusiera una prohibición total, como anunció en un principio.
“Los forasteros no deberían tener la oportunidad de apropiarse de tierras o propiedades. Porque las emociones están a flor de piel y todo el mundo es vulnerable”, aseguró Lukela-Singh.
Lukela-Singh habló desde las inmediaciones del lugar donde vive temporalmente, a unos pocos kilómetros (millas) del Front Street, el lugar donde estaba su casa antes del incendio. Afirmó que no venderá su terreno si recibe alguna oferta.
“Es lo único que nos queda”, dijo esta nativa hawaiana, añadiendo que conoce a tres familias, todas filipinas, que están vendiendo y quieren marcharse a otro sitio porque no soportan el estrés de ver Lahaina arrasada por las llamas.