HONOLULU. Los investigadores que revisan la respuesta de emergencia al incendio forestal del año pasado que mató a 102 personas en Maui, dijo en un informe publicado el viernes que no encontraron “ninguna evidencia” de que funcionarios de Hawai hicieron preparativos para ello, a pesar de días de advertencias de que el fuego se acercaba.

Esa falta de planificación obstaculizó los esfuerzos para desalojar la histórica ciudad de Lahaina antes de que ardiera, según el informe.

El informe publicado por el fiscal general del Estado, reveló que el 4 de agosto de 2023, un meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional envió por correo electrónico a los responsables del incendio una “advertencia previa sin precedentes” sobre el peligro que se produciría el 8 de agosto, que incluía vientos extremos debido al paso de un huracán muy al sur.

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Pero en los días siguientes, según el informe, no hay pruebas de que los organismos clave -la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawai, el Departamento de Bomberos de Maui, la Policía de Maui y otros- desarrollaran planes para hacer frente al grave riesgo de incendios forestales, como tener personal de guardia adicional, estacionar vehículos de emergencia o suministros en zonas de alto riesgo, o planificar posibles desalojos.

“Si el mensaje de correo electrónico se hubiera comunicado a los responsables de incendios de otros estados con estrategias de preparación ante incendios graves mejor desarrolladas, podría haber llamado la atención y suscitado el debate y la planificación operativa”, señala el informe. “Era un llamamiento a los gestores de incendios del Estado de Hawai para que se prepararan ante la inminencia de condiciones meteorológicas extremas”.

Los heroicos esfuerzos de los bomberos y la policía -que arriesgaron sus vidas corriendo puerta por puerta para advertir a los residentes que abandonaran el lugar- se vieron socavados por la falta de planificación, mientras el incendio forestal más mortífero de EE.UU. en un siglo destruía miles de edificios.

“Esta investigación sirve de llamada de atención a los gobiernos del estado y del condado para que aprendan del pasado y se preparen urgentemente para el futuro”, declaró la fiscal general Anne López en un comunicado.

El alcalde de Maui dijo que el informe ayudará a Maui a responder a futuros desastres y a salvar vidas.

“El condado sigue comprometido con una investigación transparente y exhaustiva que nos ayudará a identificar y aplicar las mejores prácticas”, dijo el alcalde Richard Bissen en un comunicado.

La Agencia de Gestión de Emergencias de Hawai no respondió inmediatamente con comentarios.

Los mandos de los bomberos de Maui hablaron de la previsión, pero “no se presentaron pruebas de planes de preparación previos al suceso por parte del Departamento de Bomberos de Maui (MFD)”, según el informe. Los departamentos de policía y bomberos nunca establecieron un puesto de mando unificado para incidentes ni un plan de acción, por lo que resultaba más difícil saber quién respondía a qué, dónde dirigir los recursos o qué rutas de evacuación estaban bloqueadas por árboles o cables eléctricos caídos.

Los departamentos comparten un vehículo de mando móvil, pero el condado no aportó pruebas de que se utilizara ese día, según el informe. Algunos vehículos de emergencia no disponían de equipo para despejar las carreteras bloqueadas.

Hawaiian Electric Co. ha reconocido que sus líneas eléctricas provocaron un incendio la mañana del 8 de agosto. Los bomberos que acudieron creyeron haberlo extinguido. Pero, según el informe, tenían un acceso limitado a la zona debido a lo escarpado del terreno y a la inestabilidad de las líneas eléctricas aéreas, lo que hacía difícil determinar si el fuego estaba realmente extinguido.

El incendio que destruyó Lahaina ese mismo día se originó en la misma zona. Aún no se ha publicado el informe del condado de Maui sobre la causa de la catástrofe.

Según el informe, con los múltiples incendios que ardían en Maui ese día, la policía se centró en tareas rutinarias como el control del tráfico en lugar de prepararse para un desalojo. La policía y los bomberos actuaron por separado, lo que dificultó la comunicación, ya que los vientos derribaron postes de electricidad y cortaron el suministro eléctrico y el servicio de telefonía móvil.

El condado de Maui y el estado recurren a contratistas privados para ayudar a combatir los incendios con camiones cisterna y equipos pesados, pero esos contratistas no estaban capacitados para utilizar radios portátiles, y con el servicio celular caído muchos tuvieron que comunicarse con los bomberos en persona. Los bomberos tuvieron que hacer señales a los camiones cisterna para pedirles que lucharan contra el fuego. Algunos hidrantes fallaron porque el fuego derritió las tuberías de agua.

La política del Departamento de Bomberos de Maui exige que los vehículos de reserva estén listos para responder a una emergencia. Pero algunos carecían de equipos de respiración y radios portátiles, según el informe. El personal de los parques de bomberos dedicó un tiempo valioso a localizar y cargar mangueras, boquillas y herramientas manuales.