ORLANDO, Florida. El hombre con un fusil de asalto y una pistola que  tomó rehenes y disparó a mansalva en un abarrotado club nocturno de Orlando, matando a unas 50 personas e hiriendo a 53 antes de ser abatido fatalmente por comandos policiales, supuestamente juró lealtad a Estado Islámico (EI).

Omar Mateen, de Port St. Lucie, Florida, juró lealtad a Estado Islámico antes de la matanza de Orlando, informó Agencia EFE.

Mientras NBC News indica que juró lealtad al líder de EI en una llamada al 9-1-1, y que en el 2006 se cambió su nombre  de Omar Mir Seddique a Omar Mir Seddique Mateen.

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Univision cita a CBS diciendo que el hipotético asesino podría ser de origen afgano y aparentemente no tendría historial delictivo.

Asimismo, según The Independent, el padre de Mateen, Mir Seddique, quien le dijo que el incidente "no tiene que ver con religión".

También dijo que su hijo se molesto mucho al ver hace algunos meses a dos hombres besándose en Miami, y que entiende que esto puede estar relacionado a la balacera.

Asimismo, su exesposa dijo que se trataba de un hombre maltratante y poco religioso, que le encantaba el gimnasio y trabajaba de guardia en un centro de detención para delincuentes juveniles.

El jefe policial John Mina dijo que el atacante también portaba algún tipo de "artefacto sospechoso". Explicó que el individuo se entabló en una balacera con un policía que estaba dentro del club a eso de las 2 de la madrugada y luego se adentró y tomó rehenes.

"Hay sangre por doquier", expresó el alcalde Buddy Dyer en conferencia de prensa.

A eso de las 5 de la mañana las autoridades despacharon un equipo SWAT para rescatar a los rehenes y el agresor murió en una balacera con esos agentes. 

El comandante policial Danny Banks dijo en conferencia de prensa que las autoridades indagan la hipótesis de que pudo haberse tratado de un acto de terrorismo interno o internacional, pero también de que el agresor pudo haber actuado por su cuenta. El jefe policial del condado de Orange, Jerry Demings, agregó: "Desde mi punto de vista, esto se trata de un incidente de terrorismo interno".

El agente especial del FBI Ron Hopper dijo que ya no había amenazas adicionales en Orlando o sus alrededores. Cuando se le preguntó si el atacante tenía conexión con el terrorismo islámico, Hopper contestó: "tenemos indicios de que ese individuo tenía inclinaciones hacia eso".

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