Huracán Lee amenaza con azotar la región de Nueva Inglaterra
Se prevé que el sistema impacte la zona que ya lidia con inundaciones y socavones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Leominster, Massachusetts. El huracán Lee se dirigía hacia Nueva Inglaterra y amenazaba con causar violentas tormentas en la región en momentos en que comunidades de Massachusetts y Rhode Island enfrentaban avisos de tornados y otro día de aguaceros que abrieron socavones y desataron devastadoras inundaciones.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus iniciales en inglés) emitió una alerta de huracán para partes de Maine. Un aviso de tormenta tropical abarcó una gran zona de la costa de Nueva Inglaterra, desde partes de Rhode Island hasta Stonington, en Maine, incluidas Block Island, Martha’s Vineyard y Nantucket.
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El Servicio Meteorológico Nacional en Boston dijo que tras analizar la distinta información de los radares y videos, es posible que un tornado haya derribado árboles y líneas de electricidad en Rhode Island y Connecticut el miércoles. Rob Megnia, del Servicio Meteorológico, dijo que recibieron informes sobre unos 20 árboles caídos en Killingly, Connecticut, y sobre el derribo de árboles y líneas eléctricas en Foster, Rhode Island.
La agencia dijo que realizaría una inspección de los daños causados por las tormentas en ambos estados el jueves para que determinar la potencia, vientos máximos y trayectoria del tornado.
La tarde del miércoles se escucharon las sirenas de emergencia en partes de Providence, en Rhode Island, y los celulares recibieron el aviso de tornado. En Lincoln, Rhode Island, las fotografías después de la tormenta mostraban al menos un techo dañado, un trampolín arrojado hacia unos árboles y el palco de prensa de un estadio de una escuela secundaria que cayó sobre las gradas.
El Servicio Meteorológico también emitió un aviso de inundaciones súbitas para partes de Connecticut hasta las 9:45 de la noche del miércoles.
En North Attleborough, Massachusetts, afectado por una fuerte inundación el lunes en la noche, Sean Pope seguía los pronósticos meteorológicos con cierto nerviosismo.
Las fuertes lluvias habían convertido su piscina en un estanque de lodo y llenaron su sótano con 91 centímetros (tres pies) de agua. Pope había logrado restaurar la electricidad para el primero y segundo nivel de la casa que comparte con su esposa y tres hijos, pero le preocupaban nuevas inundaciones.
“Estoy aguantando, esperando y observando los pronósticos y buscando los principales lugares que podrían ser afectados por las lluvias y donde pudiera haber pausas”, agregó. “Está volviendo a llover muy fuerte, así que tenemos que asegurarnos que las bombas funcionen”.