Homicida de mujeres en gimnasio quería ser comprendido

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
Pittsburgh.- El hombre que mató a tres mujeres en un gimnasio de Pittsburgh comparte una escalofriante cualidad con otros asesinos en masa: el deseo de ser comprendido a través de homicidios múltiples.
No han aparecido indicios debidamente documentados de que George Sodini padeciera problemas mentales, aunque la matanza que perpetró tiene puntos de coincidencia con otras analizadas por siquiatras y especialistas legales, según los cuales la separación entre los solitarios y los homicidas es difícil de establecer.
"Piensan, ’quiero que todo el mundo comprenda y aprecie por qué hago esto’ y la forma de lograrlo es matar a otras personas, no solamente ellos", dijo a The Associated Press la abogada neoyorquina Carolyn Wolf, cuyo bufete se especializa en casos de salud mental. "A su manera de pensar, es un mensaje más amplio".
Sodini, de 48 años, se suicidó tras matar a tres mujeres y herir a otras nueve que asistían a una clase semanal de ejercicios aeróbicos el martes por la noche en la población de Collier Township. Vestía ropa negra de hacer ejercicio y sacó de una bolsa tres armas de fuego, con las que disparó indiscriminadamente tras apagar las luces.
Murieron Heidi Overmier, de 46 años, gerente de ventas de un parque de atracciones; Jody Billingsley, de 37, empleada de una empresa de suministros médicos; y Elizabeth Gannon, de 49, técnica de rayos X en el Hospital General Allegheny. Unas 75 personas asistieron a una ceremonia el jueves por la noche para recordarlas, en el centro de Pittsburgh.
Según la policía, Sodini no conocía a sus víctimas. Su blog de más de 4.000 palabras parece un diario en el que lamenta el rechazo que sufrió a manos de "30 millones de mujeres" y en el que aluden a sus planes homicidas.
Cuando el atacante de la Universidad Virginia Tech Seung-ui Cho mató a 32 personas en ese centro en el 2007, y luego se suicidó, su "mensaje" fue un video enviado al canal de televisión NBC en el que se lamentaba de ser "ignorado" por "snobs" y ricos "malcriados".
Cuando Jiverly Wong mató a 13 personas y luego se suicidó en abril en un centro para inmigrantes de Binghamton, en el estado de Nueva York, resultó que su desempleo, creencia de que era perseguido por la policía, las burlas sufridas por su deficiente dominio del inglés y una dosis de psicosis precipitaron su conducta homicida.
Sodini compró accesorios por internet para una pistola en el comercio TGSCOM Inc. en Green Bay, Wisconsin, que vendió a Cho una pistola calibre 22 dos meses antes de la matanza en la Universidad Virginia Tech. la policía dijo que Sodini era legalmente propietario de las tres armas que usó en la matanza.
Empero, las quejas, estilos de vida y estado mental de los atacantes varía mucho — Cho y Wong padecían dolencias mentales documentadas, mientras que, hasta ahora, no hay indicios de que las padeciera Sodini.