Miami. Un hombre con residencia en Florida, identificado como Jason Ryan Hardy de 40 años, fue condenado a cumplir una pena de 10 años y 10 meses en una prisión federal por haberse enviado a sí mismo por correo 18 libras (8.1 kilos) de metanfetamina.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó el lunes a través de un comunicado de la condena impuesta a Hardy, vecino de Tarpon Springs (condado de Pinellas), en la costa oeste de Florida, quien el pasado 11 de enero se había declarado culpable de un cargo de contrabando de más de 500 gramos de metanfetamina.

Según documentos judiciales, Hardy voló a California para coordinar el envío de la metanfetamina, una droga estimulante muy adictiva, desde ese estado de la costa oeste de Estados Unidos a Florida.

El 19 de junio de 2020 empleados de una empresa de transporte en California informaron haber recibido un paquete sospechoso.

A pesar de ser enviado desde California, la dirección del remitente y a la que se debía devolver en caso de no poderse entregar el paquete estaban en Florida.

Más tarde se confirmó que la dirección del remitente era efectivamente la de Hardy y que este figuraba como la persona a quien devolver el paquete si no se podía entregar.

Agentes de la Policía registraron el paquete y descubrieron que contenía más de 18 libras de droga.

El 22 de junio de 2020, Hardy se comunicó con la empresa de mensajería para preguntar por el estado del envío, para lo que se identificó por su nombre de pila y proporcionó su verdadero número de teléfono y dirección de correo electrónico.

El agente especial adjunto a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), Micah McCombs, señaló sobre el caso que se pudo impedir que este individuo traficara con drogas de alta peligrosidad para la salud.

El funcionario destacó que los agentes especiales de HSI trabajaron junto al Departamento de Policía de Tarpon Springs y la Oficina del Sheriff de Pasco en este caso para impedir que la metanfetamina llegara a las calles.

El caso estuvo a cargo del HSI, el Departamento de Policía de Tarpon Springs y la Oficina del Sheriff de Pasco, mientras que el procesamiento estuvo a cargo del fiscal federal Charlie Connally.