Hombre fue declarado muerto, pero despertó antes de la operación de donación de órganos
Las autoridades investigan el caso.
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Un caso sorprendente en el Hospital Baptist Health Richmond, en Kentucky, Estados Unidos, despertó una polémica tras el inesperado regreso a la consciencia de Anthony Thomas “TJ” Hoover II, de 36 años, justo antes de la operación para extraer sus órganos destinados a donación.
Tras ingresar por una sobredosis y sufrir un paro cardíaco, los médicos lo declararon sin actividad cerebral. La familia decidió desconectar el soporte vital, ya que Hoover figuraba como donante registrado. Sin embargo, en el quirófano, el procedimiento de extracción no avanzó como se esperaba.
El suceso, registrado en 2021 pero divulgado recientemente por medios como “WKYT” y “NPR”, se investiga por las autoridades a nivel estatal y federal, quienes revisan los testimonios de familiares y profesionales presentes.
Donna Rhorer, hermana de Hoover, relató que, después de la declaración de muerte, los médicos analizaron sus órganos durante dos días y realizaron un cateterismo cardíaco. Cuando el equipo lo trasladaba desde la Unidad de Cuidados Intensivos al quirófano, Rhorer notó que su hermano abrió los ojos y parecía mirar a su alrededor.
“Nos dijeron que eran solo reflejos, algo normal. ¿Quiénes somos para cuestionar el sistema médico? Pero fue como si fuera su manera de hacernos saber, ya sabes, ‘hola, todavía estoy aquí’”, explicó Rhorer a NPR.
La situación en el quirófano se tornó caótica, según los presentes. Cerca de una hora después de iniciar la cirugía para la extracción de órganos, uno de los médicos informó a la familia que Hoover mostraba signos de vida.
Natasha Miller, especialista en trasplantes de órganos, testificó que, a pesar del diagnóstico previo, el hombre parecía vivo. “Se movía, se agitaba, se agitaba en la cama. Y luego, cuando nos acercamos, se podía ver que se le saltaban las lágrimas. Estaba llorando visiblemente”, detalló Miller.
Ante estos signos, el equipo médico decidió suspender la extracción y, de acuerdo con el testimonio de Miller, se observó a Hoover “revolcarse” en la mesa de operaciones, por lo cual los médicos procedieron a sedarlo.
Además, Miller señaló que el personal de Kentucky Organ Donor Affiliates (Koda) minimizó el incidente, una reacción que describió como alarmante. “Esa es la peor pesadilla de todos, ¿no? Estar vivo durante una cirugía y saber que alguien te va a abrir y a sacarte partes del cuerpo. Es horrible”, manifestó en entrevista con “NPR”.
Ante la difusión de estos hechos, Baptist Health emitió un comunicado destacando que la seguridad del paciente figura como prioridad máxima, mientras que Koda respondió a “NPR” indicando que el caso de Hoover “no ha sido representado con precisión” y afirmando que nunca extraen órganos de pacientes vivos ni ejercen presión para realizar estos procedimientos.
Luego de estas revelaciones, la oficina del fiscal y una agencia federal que supervisa las donaciones de órganos iniciaron una investigación sobre el caso. Donna Rhorer, hermana de Hoover, señaló su intención de compartir esta experiencia para ayudar a otras familias y evitar situaciones similares. “En el fondo de mi corazón, sabía que algo estaba pasando, pero lo comparé con David y Goliat, ¿quién soy yo para enfrentarme al sistema médico?”, comentó a “WKYT”.
Desde que Hoover dejó el hospital, su hermana comentó a ‘NPR ‘que enfrenta problemas para recordar, caminar y hablar. Rhorer también expresó su desconfianza al recordar cómo el diagnóstico de muerte cerebral resultó equivocado y expresó su descontento: “Están tratando de jugar a ser Dios”.