Miami. El gobernador de Florida, Ron Desantis, reaccionó ayer en contra de posibles restricciones a los viajes hacia y desde este estado, algo que la administración del presidente Joe Biden puede estar estudiando, según fuentes periodísticas, debido a la alta incidencia de la cepa británica del COVID-19.

“Sería inconstitucional, poco inteligente e injusto”, dijo el republicano DeSantis, quien es partidario del expresidente Donald Trump y se ha mostrado reticente con la política del nuevo presidente para combatir el virus.

DeSantis ofreció hoy en Port Charlotte (Florida) una de sus ruedas de prensa diarias para hablar de la campaña de vacunación que desde mediados de diciembre se realiza en Florida con el lema de “los mayores primero”, pues tienen prioridad las personas que hayan cumplido 65 años.

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Según la Universidad Johns Hopkins, Florida es el tercer estado con más contagios a lo largo de la pandemia y el cuarto por número de muertes, pero además es, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), el estado donde hasta ahora hay más casos de la cepa británica del nuevo coronavirus, aparentemente más contagiosa.

Por ahora no ha habido anuncios oficiales sobre restricciones de viaje dentro de Estados Unidos, pero medios como el diario Miami Herald indicaron que podrían imponerse en Florida.

A juicio de DeSantis, cualquier medida que restrinja los viajes sería un “ataque al pueblo de Florida” y prometió que no se quedará de brazos cruzados si finalmente se toma esa decisión.

Según dijo en una reciente entrevista el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, la Administración Biden estudia una norma para requerir a los pasajeros de vuelos nacionales que presenten una prueba de COVID-19 negativa.

Buttigieg dijo que están tratándolo con los CDC y si se toma una decisión, se basará en los “datos, la ciencia, la medicina y lo que opine la gente que realmente se verá afectada por eso”.