Las circunstancias en torno a la muerte de Gene Hackman, de 95 años, y su esposa, Betsy Arakawa, de 65, siguen generando interrogantes.

Ambos fueron encontrados sin vida la semana pasada en su residencia en Santa Fe, Nuevo México, según confirmó el sheriff Adan Mendoza.

Mientras las autoridades continúan recopilando información para esclarecer lo sucedido, un exagente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) llamó la atención sobre un elemento que podría haber sido pasado por alto en la escena.

Una escena con múltiples incógnitas

Cuando la Policía halló los cuerpos en habitaciones separadas, también encontraron a uno de los perros en un armario cercano a Betsy, mientras que las otras dos mascotas estaban en otras partes de la casa.

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A pesar de que el marcapasos de Hackman registró su última actividad el 17 de febrero, los médicos forenses aún no han logrado determinar con certeza qué ocurrió.

La pareja fue hallada muerta en su casa junto a su perro.

Frente a la falta de respuestas definitivas, surgieron distintas teorías. En este contexto, el exinvestigador del FBI, Bill Daly, explicó a Fox News que tres elementos podrían arrojar luz sobre el caso: los teléfonos móviles, las pastillas halladas en el lugar y la basura que se encontraba en la vivienda.

Teléfonos, basura y una nueva hipótesis

Daly detalló que la revisión de los teléfonos podría ayudar a determinar el momento exacto en que dejaron de moverse o se perdió la comunicación.

“Después de recibir los celulares, los investigadores pueden determinar cuándo dejaron de moverse, cuándo perdieron la comunicación, lo que indicaría el momento de la inutilización o la muerte”, afirmó el exagente.

Además, mencionó la posibilidad de rastrear la actividad en la propiedad. “Pueden geolocalizar la propiedad para ver qué estaba pasando en ese momento, aunque no podrán decir quién sin una orden judicial, pero pueden determinar qué actividad hubo antes y después, incluso si no sospechan nada fuera de lugar”, agregó.

Otro punto clave es la comida y los desechos. Aunque en un principio se descartó la intoxicación por monóxido de carbono, no se ha excluido la posibilidad de que un alimento en mal estado haya provocado algún tipo de envenenamiento. Sin embargo, esta línea de investigación aún no ha sido confirmada oficialmente.

Uno de los aspectos que llamó la atención es el estado en el que fueron encontrados los cuerpos. Las autoridades indicaron que presentaban un avanzado nivel de descomposición al momento de ser hallados.

En este sentido, Daly señaló que un detalle podría haber influido en este proceso: “Había un calentador y había algunas pastillas que parecían estar esparcidas (no sé dónde). (Habría que reconstruir) si ese calentador estaba encendido. Eso podría cambiar el aspecto de su descomposición. Tener una fuente de calor cerca de los restos realmente cambió la velocidad de descomposición”, explicó.

Además, el exagente insistió en que las pastillas encontradas podrían ser un elemento clave para comprender la escena, aunque evitó adelantar conclusiones.

“Conviene considerar ambas versiones de ese escenario. Están relacionadas, son una coincidencia y, con el tiempo, se obtendrá información que ayude a averiguarlo. Pero por ahora hay que trabajarlo de dos maneras”, afirmó.

Una investigación sin sospecha de crimen

Desde el inicio de la investigación, las autoridades descartaron la posibilidad de un delito. De acuerdo con los reportes oficiales, los cuerpos no presentaban signos de violencia. “Ningún traumatismo” fue identificado en los restos parcialmente momificados de Hackman y Arakawa, según indicaron las fuentes oficiales.

A pesar de ello, la Policía mantiene abiertas todas las líneas de investigación y considera que las circunstancias de las muertes son “suficientemente sospechosas” como para analizar cada pista en detalle. La revisión de los teléfonos, la basura y el posible rol del calentador podrían aportar respuestas en los próximos días.