Una historia que en un principio parecía un cuento de hadas se ha convertido en una pesadilla para Cristy Davis, una mujer residente en Michigan, EE. UU., que se hizo acreedora de un premio de $70 millones en la famosa lotería Powerball en febrero de 2020.

Su vida dio un giro inesperado tras convertirse en multimillonaria, y hoy comparte su desgarradora experiencia.

En el momento en que Davis se enteró de que había ganado, la emoción y la anticipación llenaron su vida. Con 40 años, madre de dos hijos y abuela de uno, tomó la decisión de recibir un pago único de aproximadamente $50 millones en lugar de optar por 30 anualidades por el monto total del premio.

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Tras las retenciones de impuestos, finalmente se quedó con alrededor de $36 millones. En ese momento, reveló sus planes de adquirir una casa, un vehículo y realizar inversiones prudentes con el resto.

Sin embargo, lo que parecía el inicio de un futuro brillante se convirtió en un calvario para Davis. En una entrevista concedida en septiembre de 2023 al periódico ‘The Detroit News’ y posteriormente retomada por ‘The U.S. Sun’, Davis relató cómo su vida cambió de manera dramática desde que se convirtió en una ganadora de Powerball.

“Desde que gané, todo ha sido un infierno”, declaró Davis con voz entrecortada. Según su testimonio, sus amigos y familiares se volvieron en su contra, incluso una de sus mejores amigas llegó al punto de planear un secuestro de su novio con la intención de exigir un rescate.

La situación se tornó tan grave que Davis tuvo que presentar informes policiales y solicitar una orden de protección personal contra su ex amiga para garantizar la seguridad de su familia.

Nicole Samson, la mencionada ex amiga, negó las acusaciones de secuestro y, de hecho, presentó su propia orden de protección personal contra Davis, alegando que esta la acosaba. La situación se convirtió en un enfrentamiento legal complicado que sólo añadió más estrés a la vida de Davis.

Además de lidiar con los problemas personales, Davis ha tenido que enfrentarse a otra pesadilla: su nombre se ha convertido en un anzuelo para estafadores en las redes sociales. Personas inescrupulosas utilizan su identidad sin su consentimiento para engañar a otros y robar información bancaria.

“Yo no estoy estafando a nadie. Tengo dinero. ¿Por qué querría hackear la cuenta bancaria de alguien y tomar su dinero cuando probablemente tiene solo $200?”, exclamó Davis frustrada.

Esta situación ha llevado a Davis a defender la necesidad de que los ganadores de la lotería puedan mantener su anonimato, argumentando que las agencias de juegos no comprenden el impacto que puede tener en la vida de una persona el revelar su identidad al público.

Davis también compartió su experiencia con la Lotería, que en un momento la acusó de estafar a la gente.

A esto, ella respondió con firmeza: “Sabes, eso es lo que sucede cuando expones los nombres de las personas”. En última instancia, Davis considera que ser la afortunada ganadora de un premio mayor es “demasiado bueno para ser real”, especialmente debido a las difíciles consecuencias que ha experimentado desde entonces.

En medio de esta historia, Cristy Davis aboga por una legislación que proteja la identidad de los ganadores de la lotería, una medida que podría evitar que otras personas enfrenten los mismos desafíos que ella ha tenido que soportar desde su inesperada victoria en Powerball.

Su testimonio es un recordatorio de que la riqueza inesperada puede traer consigo desafíos imprevistos y complicados, y que, en ocasiones, la vida de un ganador de lotería puede convertirse en un verdadero infierno.