Miami. El COVID-19 sigue expandiéndose en Florida, donde se han registrado 3.286 casos nuevos en las últimas 24 horas, mientras que los gobiernos locales buscan fórmulas más restrictivas para contener el número de infecciones a la espera de una estrategia estatal.

Según los últimos datos del Departamento de Salud de Florida, ya se han contagiado 103.503 personas, de las cuales 3.238 han fallecido, lo que ha hecho subir del 6.2 al 6.4 % el porcentaje de casos positivos.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló este martes en una rueda de prensa que esta "verdadera explosión" de nuevos casos de coronavirus se ha dado sobre todo entre la población más joven, unos datos que "no son tan preocupantes" al haber aumentado los test y no ser población de riesgo.

"La mayoría se han producido por el contacto comunitario entre los jóvenes de veinte y treinta años, algo que es algo natural conforme avanzamos. La población que es algo más mayor y vulnerable han tenido un poco más de cuidado", añadió DeSantis.

Los alcaldes de los condados de Miami-Dade o Palm Beach, que son algunos de los focos de la pandemia, se reúnen este martes para plantear medidas más estrictas como la obligatoriedad del uso de mascarillas en todos los espacios públicos.

En una docena de ciudades como Miami, Miami Beach o Key Biscayne, entre otras, las autoridades implementaron esa medida este lunes, aunque la gran pregunta es si el gobernador, el republicano Ron DeSantis, decidirá hacerlo también en todo el estado.

El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, aplaudió la iniciativa impulsada por estas ciudades, aunque reiteró “la importancia de se cumpla en todos los lugares del condado”, donde ya se han registrado más de 25,000 casos y casi un millar de muertos.

"Nada de esto tiene sentido a menos que los 34 municipios y/o ciudades del condado cumplan con las normas de la Nueva Normalidad", dijo el lunes en un comunicado.

Miami-Dade es una de las regiones que más porcentaje de positivos tiene, con un 10.1 %, aunque otros condados como el de Glades (centro-oeste) ascienden exponencialmente hasta el 24.7 %.

El gobernador argumentó que implementar medidas como la obligatoriedad de la mascarilla "le parece un uso adecuado de los recursos estatales" en algunos lugares del estado, aunque anima a que determinados gobiernos locales lo apliquen.

"Tenemos un estado muy grande y diverso, y los focos de contagio no son uniformes. Incluso ahora que vemos más casos en Orlando de los que veíamos en marzo, abril y mayo, la demografía es diferente que en lugares como el condado de Miami-Dade", explicó DeSantis.

¿REAPERTURA IMPARABLE?

La reapertura continúa inexorablemente, aunque algunos establecimientos como bares y restaurantes se están viendo obligados a cerrar en los últimos días al no cumplir las normas de seguridad y detectarse varios casos entre la gente que visitó el local.

Este lunes las autoridades revocaron la licencia para servir alcohol del bar universitario Knight Pub de Orlando (centro de Florida) en el que al menos 28 personas que estuvieron en el establecimiento dieron positivo a la COVID-19, así como 13 empleados.

Una situación similar se vivió en el sur de Florida, cuando tres restaurantes cerraron después de un fin de semana en el que salieron a la luz imágenes a través de las redes sociales en las que los clientes no respetaban la distancia de seguridad.

El resto de sectores continúa también el proceso de reapertura, aunque hay opiniones encontradas sobre si no se debería dar marcha atrás en algunas industrias como la de los parques temáticos, muchos de los cuales ya han abierto al público.

En la plataforma MoveOn.org se han recogido más de 4,600 firmas en apoyo de una petición a la compañía Walt Disney World para que reconsidere su decisión de abrir los parques de Orlando en julio.

La promotora de la campaña alega que incluso con las restricciones anunciadas la reapertura pone en peligro de contagio a miles de personas, entre visitantes y los empleados.

La especialista Felicia Knaul, profesora en el Departamento de Salud Pública en la Facultad de Medicina Miller, de la Universidad de Miami, aseguró a Efe que "debemos actuar ante un aumento preocupante de los casos".

Sin embargo, Knaul no augura un colapso hospitalario por ahora ya que "en Florida se entró en la fase aguda meses después de otros estados y eso dio tiempo para preparar a los hospitales", aunque ahora "es el momento de hacer más pruebas y aplicar procesos precisos de seguimiento y rastreo de contactos".

Actualmente, el porcentaje de camas sin ocupar en las casi 6.000 unidades de cuidados intensivos en Florida para adultos es hoy de 23,49 %, una cifra que disminuido tres puntos porcentuales respecto a los datos de ayer (26,96 %).

En cuanto a las camas en planta hospitalaria, de las que Florida dispone más de 60.000, están a un 75,16 % de capacidad, de acuerdo con la Agencia de Administración de Salud de Florida.