Baltimore. Investigadores del FBI planean exhumar los restos de una joven cuyo asesinato sin resolver de 1969 ha sido fuente de especulación generalizada, especialmente desde que la serie documental de Netflix “The Keepers” examinó el asesinato de una monja de Baltimore que se desarrolló días antes en circunstancias inquietantemente similares.

Joyce Malecki fue de compras navideñas en noviembre de 1969 a un centro comercial suburbano en las afueras de Baltimore y nunca regresó a casa. Su cuerpo fue encontrado en una base militar cercana días después y una autopsia determinó que había sido estrangulada.

Un defensor de la familia Malecki confirmó el martes que la exhumación estaba prevista provisionalmente para el jueves.

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El caso recibió una atención renovada después del estreno de “The Keepers” en 2017, lo que generó dudas sobre si la desaparición de Malecki estaba relacionada con la de la monja Cathy Cesnik, quien fue encontrada muerta por un traumatismo contundente después de ir de compras.

También en 2017, los investigadores exhumaron el cuerpo de un sacerdote católico, el padre Joseph Maskell, para ver si su ADN coincidía con la evidencia en la escena de la muerte de Cesnik. El documental cuestionó si Cesnik fue asesinada porque sabía que Maskell abusaba sexualmente de estudiantes de la secundaria y bachillerato católico donde ambos trabajaban. Pero las pruebas de ADN no revelaron ninguna coincidencia y el caso sigue sin resolverse.

La más reciente fuente de especulaciones llegó a principios de este año, cuando las autoridades federales y locales anunciaron que habían resuelto el caso del homicidio de otra joven: Pamela Conyers, de 16 años, quien desapareció en 1970 en el mismo centro comercial que Malecki y murió por estrangulamiento.

Los investigadores utilizaron tecnología de ADN e investigación genealógica relativamente nueva para identificar a un sospechoso de la muerte de Conyers: Forrest Clyde Williams III, quien murió en 2018 por causas naturales después de pasar la mayor parte de su vida adulta en Virginia. En las décadas siguientes, Williams no incurrió más que en un par de cargos penales menores.

Cuando atribuyeron el asesinato de Conyers a Williams, los funcionarios dijeron que no tenían pruebas que lo conectaran con alguno de los otros homicidios sin resolver. También dijeron que no creían que Conyers conociera a Williams.

Kurt Wolfgang, director ejecutivo del Centro de Recursos para Víctimas del Crimen de Maryland, dijo que parece que los investigadores ahora están tratando de extraer ADN del cuerpo de Malecki, aunque no está claro qué buscan determinar. Dijo que el FBI ha compartido poca información con la familia sobre los acontecimientos recientes en el caso, pero el momento podría sugerir un vínculo con Williams.

Wolfgang dijo que a los familiares se les permitirá asistir a la exhumación, que de lo contrario estará cerrada al público.

“Quieren que se haga justicia”, dijo Wolfgang, cuya organización sin fines de lucro ha colaborado con la familia Malecki. “Aunque fue hace 54 años, sin duda les ayudaría saber qué pasó”.

Un portavoz de la oficina local del FBI en Baltimore declinó hacer comentarios, argumentando “respeto por la investigación en curso”. El caso está a cargo de investigadores federales porque el cuerpo de Malecki fue encontrado en una propiedad militar.

Cuando Malecki era niña, su familia asistía a una iglesia católica en las afueras de Baltimore, donde Maskell se desempeñaba como sacerdote. Vivían en la misma calle cuando Maskell residía en la casa parroquial de la iglesia católica St. Clement. Más tarde fue asignado a la escuela secundaria Archbishop Keough, donde fue acusado de abusar de numerosas niñas.

Wolfgang dijo que Malecki les dijo a sus familiares que “a ella no le agradaba en absoluto y le dijo a la gente que se mantuviera alejada de él”. Pero Wolfgang dijo que la familia no tiene ninguna evidencia directa que sugiera que ella fue una de las víctimas de abuso de Maskell y dudan en sacar conclusiones precipitadas sobre la vinculación de los distintos casos.

Una mujer entrevistada en “The Keepers” afirmó que Maskell le mostró el cuerpo de Cesnik en los días posteriores a la desaparición de la monja. Cesnik era profesora en la escuela secundaria Archbishop Keough cuando fue asesinada.

A principios de este año, la Oficina del Fiscal General de Maryland publicó un informe que detalla décadas de abuso sexual infantil dentro de la Arquidiócesis de Baltimore que identificó a Maskell como uno de sus abusadores más prolíficos, diciendo que atacó al menos a 39 víctimas. Según el informe, Maskell fue transferido a St. Clement después de haber sido acusado de abuso en su puesto anterior, una de las varias veces que la arquidiócesis hizo la vista gorda ante su mala conducta.

Maskell negó las acusaciones antes de su muerte en 2001 y nunca fue acusado penalmente.