Familia recauda dinero para enfermos y los gasta en viajes y autos
Las organizaciones de James T. Reynolds Sr. decían ofrecer ayuda financiera y otra clase de apoyos para pacientes de cáncer.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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WASHINGTON.- Un hombre de Tennessee y su familia usaron buena parte de los 187 millones de dólares que recaudaron para la atención de pacientes con cáncer para comprarse carros, pagar membresías en gimnasios, tomar lujosos cruceros, pagar cuotas universitarias y dar empleos a integrantes de la familia con sueldos elevados, informaron hoy funcionarios federales.
De acuerdo con autoridades de la Comisión Federal de Comercio y más de 50 estados donde se registró el fraude, uno de los mayores relacionados con actividades filantrópicas, James T. Reynolds Sr., su exesposa y un hijo recaudaron dinero a través de diversas organizaciones benéficas de su familia, el Fondo para el Cáncer en Estados Unidos, con sede en Knoxville, Tennessee, y su afiliadas Servicios de Apoyo para el Cáncer, la Sociedad de Cáncer de Seno en Mesa, Arizona; y el Fondo para el Cáncer en Niños de Estados Unidos en Powell, Tennessee.
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Las organizaciones decían ofrecer ayuda financiera y otra clase de apoyos para pacientes enfermos de cáncer como medicamentos para aliviar el dolor y atención a enfermos.
Pero poco dinero llegaba a los pacientes ya que los grupos "operaban como feudos personales en los que imperaba el nepotismo, flagrantes conflictos de interés y compensaciones excesivas para los integrantes", sin que se aplicara ninguno de los controles que rigen a las organizaciones de beneficencia de buena fe, dijo hoy la Comisión de Comercio.
Autoridades elogiaron la medida y dijeron que es una advertencia contra quienes quieren hacer fraudes, pero bajo los acuerdos alcanzados con el hijo de Reynolds, su exesposa y su socio de hace muchos años, Kyle Effler, que les prohíbe volver a recaudar dinero y cierra las organizaciones, sólo se podrá recuperar poco dinero porque la mayoría ya se gastó.
De acuerdo con la queja, las organizaciones contrataban a especialistas en mercadotecnia y usaban el correo para solicitar donaciones y decían que ayudaban a enfermos de cáncer al darles medicinas, transporte a sesiones de quimioterapia y cuidados hospitalarios. En lugar de eso los pacientes recibían poca atención mientras los ejecutivos del grupo pagaban por "autos, viajes, cruceros de lujo, cuotas universitarias, membresías de gimnasios, boletos para eventos deportivos y conciertos". Los recaudadores profesionales a menudo recibían 85% de los ingresos obtenidos, señala la Comisión de Comercio.