San Angelo, Texas. Un activista que encabezó una campaña en Texas en contra del uso de mascarillas y otras medidas de prevención del coronavirus falleció víctima de COVID-19.

Caleb Wallace murió el sábado, un mes después de ingresar al hospital, informó su esposa Jessica Wallace en la página GoFundMe. Tenía 30 años y era padre de tres niñas.

“Caleb falleció en paz. Vivirá siempre en nuestros corazones y mentes”, escribió la esposa, quien está ahora embarazada de su cuarto hijo, reportó el diario San Angelo Standard-Times.

El 4 de julio del 2020, Caleb Wallace organizó una protesta en San Angelo donde los participantes portaban carteles en contra del uso de las mascarillas y de los cierres negocios, y rechazaban las evidencias científicas sobre el COVID-19 y la cobertura que la prensa le ha dado al tema.

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En abril, escribió una carta al distrito escolar de San Angelo, exigiendo que anulara todas las medidas de prevención contra el coronavirus.

Jessica Wallace relató al diario que su esposo empezó a sentir síntomas de COVID-19 el 26 de julio, pero se negó a hacerse la prueba o ir al hospital. En lugar de ello tomó cuantiosas dosis de vitamina C, píldoras de cinc e ivermectin, un medicamento antiparásitos que los expertos han pedido a la población no usar para el COVID-19.

Caleb Wallace fue ingresado a la sala de emergencias el 30 de julio y desde el 8 de agosto estaba inconsciente y respirando con ayuda de una máquina.

Un día antes del fallecimiento, Jessica Wallace escribió en Internet que su esposo “era un hombre imperfecto, pero amaba a su familia y a sus hijas más que a nadie”.

“A quienes le deseaban la muerte, lamento que sus puntos de vistas y opiniones les lastimaron. Recé para que él saliera de esto con una nueva perspectiva y un mayor aprecio por la vida. No puedo decir más porque no puedo hablar por él”, escribió.