Exasesora de Trump relata temor en la campaña de 2016 por video de “Access Hollywood”
En la famosa cinta, el expresidente alardeaba sobre tocar mujeres sexualmente sin su permiso.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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NUEVA YORK. En la campaña de Donald Trump en 2016, reinaba la preocupación por el posible daño político de una cinta que mostraba a Trump jactándose de tocar sexualmente a mujeres sin su permiso, testificó el viernes Hope Hicks, asesora de Trump desde hace mucho tiempo, en su juicio por el pago de dinero subrepticio.
Hicks, ex funcionaria de la Casa Blanca, fue obligada a testificar por los fiscales de Manhattan, que esperan que sus declaraciones refuercen su argumento de que el revuelo causado por la infame cinta “Access Hollywood” apresuró al entonces abogado de Trump a pagar a la actriz porno Stormy Daniels para enterrar una historia negativa que podría poner en peligro su candidatura presidencial de 2016.
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Hicks, que en su día fue una de las confidentes más cercanas a Trump, ofreció una ventana a las caóticas consecuencias de la publicación de la cinta pocos días antes de un debate crucial con la demócrata Hillary Clinton. Fue grabada en 2005 pero no fue vista por el público hasta el 7 de octubre de 2016, aproximadamente un mes antes del día de las elecciones. Hicks describió que se quedó atónita y se reunió con otros asesores de Trump tras conocer la existencia de la cinta a través del periodista del Washington Post que publicó la noticia. Hicks transmitió la petición del reportero a la dirección de la campaña con la recomendación de “negar, negar, negar”, dijo.
“Tuve la sensación de que iba a ser una noticia masiva y que iba a dominar el ciclo de noticias durante los días siguientes”, declaró Hicks. “Era un acontecimiento perjudicial”.
Y añadió: “Esto nos estaba arrastrando hacia atrás de una manera que iba a ser difícil de superar”.
Los fiscales la llamaron al estrado de los testigos para fortalecer su caso alegando que Trump trabajó para evitar que las historias perjudiciales sobre su vida personal se hicieran públicas, como parte de un esquema para influir ilegalmente en las elecciones presidenciales de 2016. El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, ha tratado de establecer ese vínculo, no sólo para asegurar una condena, sino también para persuadir al público de la importancia del caso, que puede ser el único de los cuatro procesos contra Trump que llegue a juicio este año.
Hicks dijo a los miembros del jurado que Trump afirmó que no sabía nada de que su entonces abogado, Michael Cohen, pagó 130,000 dólares a Daniels para evitar que hiciera públicas sus afirmaciones sobre un encuentro sexual con Trump. Pero, dijo Hicks, Trump finalmente llegó a creer que enterrar la historia de Daniels era prudente, diciendo que pensaba que “habría sido malo que esa historia saliera a la luz antes de las elecciones”.
En otros puntos, el testimonio de Hicks pareció ayudar al argumento de la defensa de que el expresidente estaba tratando de proteger su reputación y su familia -no su campaña- de historias embarazosas sobre su vida personal. Trump ha negado cualquier irregularidad en el caso, que ha tachado de intento de hacer descarrilar su campaña para recuperar la Casa Blanca en noviembre.
A preguntas del abogado de Trump, Hicks dijo a los miembros del jurado que estaba preocupado por el efecto de la cinta de “Access Hollywood” en su familia. Y cuando el Wall Street Journal publicó una historia que revelaba las acusaciones de amorío de la ex modelo de Playboy Karen McDougal justo antes de las elecciones, Hicks dijo que a Trump le preocupaba que su esposa viera la historia y le pidió a Hicks que se asegurara de que los periódicos no fueran entregados en su residencia esa mañana.
Pero cuando se le preguntó si Trump también estaba preocupado por el impacto de la historia en la campaña, Hicks respondió que todo lo que hablaban durante ese tiempo era visto a través de la lente de la campaña. Trump le preguntaba a menudo: “¿Qué tal va?”, como una forma de calibrar cómo sus apariciones, discursos y políticas estaban calando entre los votantes, dijo.
La proximidad de Hicks a Trump a lo largo de los años la ha convertido en una figura de interés tanto para los investigadores comgresionales y criminales, que han solicitado su testimonio en múltiples ocasiones sobre temas que van desde la injerencia rusa en las elecciones, hasta la derrota electoral de Trump y los posteriores disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
Parecía reacia a estar en la sala, respiró hondo al acercarse al micrófono y reconoció que estaba “muy nerviosa”. Más tarde comenzó a llorar en el estrado de los testigos, lo que obligó al tribunal a hacer una breve pausa, cuando el abogado de Trump, Emil Bove, comenzó a pedirle que reflexionara sobre su tiempo en la Organización Trump, antes de que la incorporara a su campaña de 2016.
Refiriéndose a su antiguo jefe como “señor Trump” y más tarde como “presidente Trump” al hablar de su tiempo en la Casa Blanca, dijo al tribunal que se comunicó con él por última vez en el verano u otoño de 2022. Aunque ya no forma parte del círculo íntimo de Trump, Hicks habló del expresidente en términos elogiosos cuando el fiscal comenzó a interrogarla sobre sus antecedentes.
Contó cómo la tormenta política que se desató tras la publicación de la cinta fue tan intensa que dejó fuera de los titulares a una tormenta real. Antes de que la cinta se hiciera pública, las noticias estaban dominadas por un huracán de categoría 4 que se dirigía hacia la costa este.
“No creo que nadie recuerde” dónde golpeó ese huracán, dijo Hicks a los miembros del jurado.
El huracán Matthew, que azotó Haití y Cuba como tormenta de categoría 4, tocó tierra en Carolina del Sur como huracán de categoría 1 el 8 de octubre de 2016, el día después de que se hiciera pública la cinta de “Access Hollywood”.
Los fiscales han pasado la semana utilizando testimonios detallados sobre reuniones, intercambios de correo electrónico, transacciones comerciales y cuentas bancarias para construir los cimientos de su caso, en el que acusan a Trump de 34 cargos de falsificación de registros comerciales internos de la Organización Trump. Están preparando el escenario para el testimonio fundamental de Cohen, quien pagó a Daniels por su silencio antes de ir a prisión por el esquema.
El testimonio se reanudará el lunes. El juicio podría durar otro mes o más, con testigos importantes que aún no han sido llamados, incluidos Cohen y Daniels.
Una de las pruebas más fundamentales reveladas a los jurados esta semana fue una grabación de una reunión entre Trump y Cohen antes de las elecciones de 2016 en la que discutían un plan para comprar los derechos de la historia de McDougal al National Enquirer, para que nunca saliera a la luz. El tabloide había comprado previamente la historia de McDougal para enterrarla en nombre de Trump.
En un momento dado, se oye decir a Trump: “¿Cuánto tenemos que pagar por esto? ¿Uno-cincuenta?”
En una victoria para Trump justo cuando el tribunal terminaba por esta semana, el juez Juan M. Merchan denegó una solicitud de los fiscales para preguntar a Trump, en caso de que decida testificar, sobre haber sido declarado en desacato por violaciones de la orden de mordaza en el caso. Merchan dijo que permitirlo sería “tan perjudicial que sería muy, muy difícil para el jurado mirar más allá de eso”.
Trump pagó esta semana su multa de 9,000 dólares por violar la orden de silencio que le prohíbe hacer declaraciones públicas sobre testigos, jurados y algunas otras personas relacionadas con el caso.
Su abogado, Todd Blanche, dijo al juez el viernes que están apelando la conclusión de que Trump violó la orden de silencio. Blanche dijo que estaban particularmente en desacuerdo con las sanciones por lo que se conoce como reposts - casos en los que Trump compartió el post de otra persona con sus seguidores.