En Estados Unidos, cada estado tiene un límite máximo establecido para la velocidad de los automóviles, no obstante, algunas regulaciones son particulares. Así sucede con la conducción en el estado de Texas, en donde la velocidad máxima es de 75 millas por hora (121 kilómetros por hora), pero en algunas carreteras llega hasta las 85 mph (137 km/h), situación que genera confusión y multas.

De acuerdo al sitio web oficial del Departamento de Transporte de Texas (DOT, por sus siglas en inglés), la ley establece el límite máximo en 112 km/h, pero permite a la Comisión de Transporte de Texas imponer un límite máximo de velocidad de 120 km/h, 128 km/h o 137 km/h si la carretera está diseñada para soportar esa velocidad en la red vial.

A nivel nacional, los límites para rutas interestatales varían. El estado con la velocidad máxima permitida más baja para estas carreteras es Hawái, ya que allí solo puede conducir a 60 mph (96.54 km/h), según el sitio web oficial del Instituto de Seguros para la Seguridad en Carreteras (IIHS, por sus siglas en inglés).

En el extremo opuesto se ubica el estado sureño de Texas, en donde puede conducir a una velocidad máxima de 75 mph (120 km/h) en las interestatales urbanas, mientras que ciertas rutas interestatales permiten una velocidad máxima de 85 mph (137 km/h).

Las multas por exceder el límite de velocidad en Texas

Las variaciones en el límite de velocidad máxima pueden dar lugar a confusiones que ocasionan multas en determinadas situaciones. Al respecto, el sitio web de la firma Dang Law Group señala que el valor de las multas varía según la infracción.

Por sobrepasar de 1 a 10 mph la velocidad límite establecida, la multa puede ser de hasta US$173, mientras que por exceder entre 11 y 15 mph será de US$230. De este modo, exceder entre 16 y 20 mph costará US$266, por exceder entre 21 y 25 mph deberá pagar US$304 y por exceder entre 26 y 30 mph tendrá que abonar US$351.