Washington. En un intento por frenar los contagios de la COVID-19, que han alcanzado récords diarios en la última semana, Estados Unidos se aferra al uso de la mascarilla, recomendado ahora por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) tanto cuando se está al aire libre como en espacios interiores, excepto en casa en determinados casos.

Un día después de que se rompiera por segunda vez en menos de una semana el registro de nuevos enfermos, el presidente electo, Joe Biden, y varias autoridades locales se sumaron a llamado de los CDC, que ya han vaticinado “tiempos difíciles” en materia de salud pública en los meses venideros.

“Nuestro país se encuentra en medio de un aumento dramático en los casos de COVID-19. Por favor, usen una máscara, mantengan el distanciamiento social y limiten el tamaño de los grupos. Es nuestro deber patriótico como estadounidenses”, escribió este sábado Biden en su cuenta de Twitter.

Escalada de los casos

El pronunciamiento se produjo un día después de que Estados Unidos registró 225,594 nuevos contagios de coronavirus y batió el récord de infecciones alcanzado el jueves, cuando se contabilizaron 210,962 nuevos enfermos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

El viernes se contaron además 2,506 nuevas defunciones respecto al jueves.

En Florida, que junto a California y Texas son los estados que lideran las estadísticas de contagio, los alcaldes de Broward y Miami Dade advirtieron sobre la situación en sus localidades a raíz de la pandemia.

“Cumpla con su deber patriótico con Estados Unidos. Estamos bajo el ataque de un virus que mató a más personas ayer que en el 11 de septiembre”, afirmó Steve Geller, el alcalde del condado de Broward, el segundo mas afectado por la COVID-19 en Florida.

Por su parte, la nueva alcaldesa de Miami Dade, Daniella Levine Cava, indicó que su condado, epicentro de la enfermedad en Florida, “esta contra la pared” y reclamó al Gobierno federal y al Congreso un nuevo paquete de ayuda “cuanto antes”.

La mandataria señaló que Miami Dade, con casi 3 millones de habitantes, es la zona con mayor inseguridad alimentaria del país. Mucha gente no puede pagar la renta ni los productos básicos ni las facturas de los servicios públicos.

Escuelas: un ejemplo

A los pedidos de seguir las recomendaciones de usar cobertor facial, mantener distanciamiento físico y lavarse las manos se unió el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien en un artículo publicado este sábado por el periódico Newsday pidió seguir el ejemplo de las escuelas mientra su estado empieza a ver el rebrote de los casos.

“Durante el año, hemos realizado cientos de miles de pruebas COVID-19 en nuestras escuelas. Sin excepción, la tasa de infección en las escuelas de cada parte del estado es más baja que la de la comunidad circundante”, afirmó Cuomo en su columna, para quien la explicación es muy sencilla: “es porque las escuelas siguen reglas básicas”.

“Los estudiantes y profesores -agregó- llevan máscaras. Practican el distanciamiento social. Frecuentemente se lavan las manos. Muchos de los estudiantes se toman en serio el hacer su parte para mantener seguros a sus amigos y familiares”.

El pronunciamiento de Cuomo tiene lugar cuando en su estado, que a comienzos de la epidemia se convirtió en epicentro del virus, han empezado a activarse las alertas por la aparición de nuevos contagiados.

Según el diario The New York Times, los funcionarios de salud sumaron el viernes 11,271 nuevos casos en todo el estado, mientras la tasa diaria de pruebas positivas subió por encima del 5 %.

Uno de los lugares que llama especialmente la atención es el municipio de New Rochelle (condado de Westchester), donde comenzó el brote de la Covid-19 en el estado de Nueva York, que logró convertirse en su momento en un “modelo de cómo vencer la enfermedad”, recordó el rotativo neoyorquino.

Por su parte, California, donde residen casi 40 millones de personas, contaba este sábado 1.3 millones de enfermos y Texas, con una población estimada de 28.9 millones de habitantes, sumaba 1.2 millones de casos positivos. Florida acumula más de 1.03 millones de casos.