Estados Unidos revisará su misión militar en Afganistán
En su primer viaje al exterior, Carter llevó a Kabul un mensaje del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la necesidad de "replantear" el alcance de la misión.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Kabul.- Estados Unidos y Afganistán revisarán la misión de las tropas estadounidenses en el país asiático y el calendario de su retirada, anunció hoy el nuevo jefe del Pentágono, Ashton Carter, de visita en Kabul.
En su primer viaje al exterior tras tomar posesión hace cuatro días como secretario de Defensa, Carter llevó a Kabul un mensaje del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la necesidad de "replantear" el alcance de la misión de las tropas de EEUU que permanecen en Afganistán, cuya retirada completa está prevista para fines de 2016.
Obama, dijo el jefe del Pentágono en rueda de prensa, mantiene a Afganistán entre sus prioridades políticas y por ello "está considerando un número de opciones sobre el plan de seguridad del presidente afgano", Ashraf Gani.
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Estas opciones incluyen "un posible cambio en el plan de retirada de las tropas estadounidenses", agregó.
"Debemos revisar el programa de retirada", reiteró Carter, que compareció ante la prensa junto a Gani.
EEUU, que invadió Afganistán en octubre de 2001 y facilitó la caída del régimen talibán, redujo su contingente "antiterrorista" en el país a unos 10,800 soldados en enero pasado, con la previsión de dejarlos en la mitad a principios de 2016 y de retirarlos por completo a fines de ese año.
Este contingente se enmarca en el acuerdo firmado en septiembre pasado en Kabul, al día siguiente de que Gani llegara al poder.
Paralelamente, la misión de la OTAN destacada en el país redujo su presencia a unos 4.000 soldados, en tareas de asesoramiento y formación de las tropas afganas.
El nuevo responsable del Pentágono se reunió con el presidente Gani y también con el jefe de Gobierno afgano, Abdulá Abdulá, y con el comandante de las tropas internacionales en el país, el general estadounidense John Campbell.
Carter dijo que trasladará a Obama "un amplio análisis" obtenido tras comprobar en estas reuniones "las realidades sobre el terreno" en Afganistán, país al que viajó por última vez en 2013.
Precisó que "el número de tropas que se debe mantener es una cuestión a decidir entre los dos presidentes" en Washington.
Gani recalcó en su comparecencia con Carter que los militares estadounidenses se concentran en el asesoramiento y la formación del Ejército y la Policía afganos, a los que el año pasado traspasaron "con éxito" -dijo- la responsabilidad de liderar el combate contra los insurgentes.
Sin embargo, esta misma semana la misión de las Naciones Unidas presentaba su informe sobre las víctimas civiles del conflicto, con unos 3,700 muertos y 7,000 heridos en 2014, un 25 % y un 21 % más, respectivamente, que el año anterior.
La violencia insurgente fue aumentando paulatinamente a medida que las fuerzas internacionales traspasaban responsabilidad a las afganas.
El dirigente afgano, no obstante, aseguró que "el terreno para la paz no ha sido nunca mejor que ahora en los últimos trece años".
Sin embargo, Gani rehusó pronunciarse sobre un supuesto proceso de paz con los insurgentes porque, dijo, sería "peligroso" dar detalles.
"Tenemos nuestras iniciativas en la región", comentó el presidente.
La visita de Carter llega después de que Gani se haya reunido en los últimos días con su antecesor, Hamid Karzai, con líderes políticos y religiosos y con responsables de organizaciones civiles en una ronda de consultas sobre un hipotético proceso de paz y reconciliación nacional.
El Gobierno de unidad formado por Gani y Abdulá agradeció ayer "los recientes esfuerzos de Pakistán para allanar el camino hacia la paz y la reconciliación" en la región.
No obstante, tanto el portavoz de la oficina presidencial, Ajmal Obaid Abidy, como los talibanes afganos y Estados Unidos han negado en los últimos días que se hayan mantenido o se vayan a iniciar negociaciones en Catar con la mediación estadounidense.
El último intento de diálogo ya fracasó hace un año, impulsado por Estados Unidos en Catar.