Estados Unidos: Racismo es obstáculo en lucha contra el Sida
El gobierno estadounidense reconoció que las disparidades raciales y étnicas en la salud pública han sido “severas, duraderas e inaceptables” contra pacientes de la enfermedad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Washington. El gobierno de Estados Unidos calificó el racismo como “una amenaza a la salud pública” y anunció que buscará reducir las disparidades raciales como parte de su estrategia para combatir el flagelo del VIH/Sida.
La estrategia fue develada el miércoles al conmemorarse la fecha anual del Día Mundial del Sida. Busca establecer parámetros bajo los cuales el gobierno fijará políticas, investigaciones y planes para lidiar con ese problema en los próximos tres años.
El plan reconoce que durante generaciones “las desigualdades estructurales han resultado en disparidades raciales y étnicas el área de salud pública que han sido severas, duraderas e inaceptables”.
El número de infecciones nuevas de VIH en Estados Unidos disminuyó en un 8% del 2015 al 2019, pero los negros y los hispanos — en particular las personas gay y bisexuales dentro de esas comunidades — siguen sufriendo desproporcionadamente, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Los afroestadounidenses constituyen un 13% de la población, pero un 40% de las infecciones nuevas. Los hispanos abarcan un 18.5% de la población, pero tienen un 25% de las infecciones nuevas.
Históricamente, los hombres gay y bisexuales han sufrido desproporcionadamente de esta epidemia. Constituyen un 66% de las infecciones nuevas, aunque constituyen apenas el 2%, según los CDC. En el 2019, los porcentajes de contagios nuevos de VIH fueron de 26% para hombres negros gay y bisexuales, 23% para hombres hispanos gay y bisexuales, y 45% para los hombres gay y bisexuales menores de 35 años de edad.
Para reducir la disparidad, la nueva estrategia estipula enfocarse en las necesidades de los sectores más afectados, mediante el apoyo a programas de justicia racial, a programas que busquen eliminar el estigma del VIH, a iniciativas contra la discriminación y la creación de oportunidades de empleo para personas con VIH o en riesgo de estarlo.
Prevé también programas de reducción de efectos nocivos y de servicio de jeringas. Alienta la reforma a leyes estatales que criminalizan a las personas con VIH y busca atender las necesidades de la población de edad avanzada con VIH.
Más de 36 millones de personas en todo el mundo -- incluyendo 700,000 en Estados Unidos -- han muerto de Sida o enfermedades vinculadas desde que estalló la epidemia hace más de 40 años. Casi 38 millones de personas viven hoy en día con VIH, entre ellas 1.2 millones en Estados Unidos.
El gobierno del presidente Joe Biden anunció recientemente que será anfitrión de una conferencia para el Fondo Mundial del Combate al Sida.