¿Estados Unidos pedirá pasaporte de COVID-19 en restaurantes y lugares de entretenimiento?
La cantidad de establecimientos que han comenzado a solicitar los pases ha suscitado preocupación entre defensores de la privacidad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Newport, Rhode Island. ¿Listo para salir de paseo antes de que termine el verano? En algunas partes de Estados Unidos quizá deba llevar consigo su tarjeta de vacunación contra el COVID-19 o una copia digital de ese documento para poder entrar en restaurantes, bares, centros nocturnos y festivales musicales al aire libre.
Después de resistirse a la divisiva idea de los pasaportes de vacunación durante la mayor parte de la pandemia, cada vez más establecimientos privados y algunas autoridades locales ya están exigiendo a las personas demostrar que están vacunadas para permitirles entrar en lugares públicos a fin de reducir la diseminación de la variante delta del coronavirus y para tranquilizar a clientes recelosos.
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Es improbable que Estados Unidos imponga un mandato nacional como en Francia, donde a partir del lunes se exigirá a las personas presentar un código QR que muestra que tienen un pase de vacunación a fin de poder entrar en restaurantes y cafeterías, o para viajar por el país.
Pero el número de establecimientos que han comenzado a solicitar los pases digitales ha suscitado preocupación entre algunos defensores de la privacidad, que temen que la tendencia pueda volverse habitual para rastrear a los consumidores en forma constante.
¿Quiénes solicitan los pasaportes de vacunación?
La ciudad de Nueva York marcó tendencia la semana pasada cuando el alcalde Bill de Blasio anunció que la urbe exigiría pronto a las personas mostrar que están vacunadas contra el COVID-19 si desean comer dentro de un restaurante, ver un espectáculo o ir al gimnasio.
Sin embargo, un creciente número de establecimientos privados, desde teatros de Broadway hasta clubes musicales en Minneapolis y Milwaukee, han establecido sus propias reglas similares para los clientes.
“Soy una firme creyente en el derecho de la gente a escoger si quiere vacunarse o no”, dijo Tami Montgomery, propietaria del Dru’s Bar en Memphis, Tennessee, que el jueves comenzará a solicitar tarjetas de vacunación de papel y una identificación con fotografía. “Pero es mi negocio y debo adoptar decisiones basadas en lo que proteja a mi personal, mi establecimiento y mis clientes”.
Los organizadores del festival musical Lollapalooza en Chicago dijeron en la inauguración del evento, a finales de julio, que más de 90% de las 100,000 personas que asistieron presentaron prueba de que estaban vacunadas, y que la mayoría del resto mostraron haber dado negativo al COVID-19 en exámenes recientes. Cientos más fueron rechazadas por no tener la documentación correspondiente.
Sólo en unos cuantos estados -siendo Texas y Florida los más grandes- se prohibió a los negocios privados exigir a las personas mostrar que están vacunadas.
¿Cómo funciona el asunto?
En algunas partes, los establecimientos simplemente piden que usted traiga su tarjeta de vacunación: el mismo documento de papel que le entregan los proveedores de salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Tomar una fotografía de esa tarjeta y después mostrar la imagen a los empleados que cuidan los accesos a los clubes también es aceptado en muchos casos.
La ciudad de Nueva York ofrece una forma simplificada de mostrar una fotografía mediante su aplicación NYC COVID Safe, en la que las personas pueden guardar imágenes de sus tarjetas de vacunación y después mostrarlas en la aplicación cuando lo necesiten.
Otros lugares animan a las personas a que registren sus credenciales utilizando un pase digital escaneable como el Excelsior Pass, disponible en el estado de Nueva York, o sistemas similares adoptados en California, Hawai y Luisiana, y por compañías privadas como Walmart y la aplicación de seguridad aeroportuaria Clear. Algunos de los pases digitales estatales verifican las tarjetas de vacunación de las personas mediante un registro estatal o local.
Estos pases están diseñados para mayor comodidad e impedir los fraudes. Pero aquí también es donde surgen las mayores preocupaciones sobre la privacidad, dijo Adam Schwartz, abogado senior de Electronic Frontier Foundation (EFF).
¿Qué tienen de malo los códigos QR?
El código de barras conocido como QR fue diseñado originalmente para seguir la pista a los productos en una fábrica. En la actualidad, ese código es utilizado cada vez con mayor frecuencia para rastrear dispositivos de las personas.
“Esos sistemas son un salto gigantesco para rastrear la ubicación de las personas”, declaró Schwartz. “Existe un peligro muy real de que el asunto crezca cuando haya lectores en las puertas y la gente muestre su código escaneable para pasar”.
Sin embargo, la coalición que contribuyó a crear la estructura de la Smart Health Card (Tarjeta Inteligente de Salud) utilizada por Nueva York, California y la provincia canadiense de Quebec asegura que estableció salvaguardas para la privacidad a fin de impedir el mal uso de la información.
Si el establecimiento utiliza un lector compatible con VCI, no debe haber nada de qué preocuparse, dijo el doctor Brian Anderson, médico en jefe de salud digital en MITRE y codirector de la Iniciativa de Credenciales de Vacunación (VCI), que cuenta con Apple, Microsoft y la Clínica Mayo entre sus miembros.
“Esa aplicación no almacenará la información de las personas más allá del tiempo que el código QR sea escaneado”, apuntó.
¿Por qué no hacerlo con documentos de papel?
Los proponentes de los pasaportes digitales afirman que estos son más convenientes para los restaurantes y otros establecimientos abrumados debido a que los empleados no tienen que ver las tarjetas de vacunación de cada persona para dejarlas pasar. Las filas avanzan más rápido y el escaneo digital tranquiliza a quienes quieren evitar el riesgo de dañar o perder sus tarjetas de papel. Además, es fácil falsificar una tarjeta de papel o una fotografía de ésta.
La empresa CrowdPass, que genera códigos QR para que las personas vacunadas puedan asistir a eventos, dijo que ayudó a agilizar la entrada de unos 15,000 asistentes a los festivales de Newport Folk y Newport Jazz en Rhode Island. Los eventos exigían que los asistentes subieran digitalmente prueba de que estaban totalmente vacunados o que habían dado negativo en una prueba diagnóstica reciente.
La demanda fue lenta al principio, dijo Duncan Abdelnour, cofundador y presidente de la empresa. “Pero desde la aparición de la variante delta, tuvimos un enorme incremento”. Entre los clientes figuran parejas que planean casarse y organizadores de otros eventos pequeños. Abdelnour señaló que el mayor incremento en las llamadas ocurrió después del anuncio de la ciudad de Nueva York.
Es un mercado saturado que incluye aplicaciones hechas por Clear y Walmart, muchas de las cuales han suscrito ya los estándares de privacidad y el código de conducta de VCI.
Pero para Schwartz, de la EFF, la mejor recomendación para los establecimientos que necesitan ver prueba de la vacunación es continuar solicitando la tarjeta de los CDC o una foto de ella.
El proceso de verificar la vacunación debe terminar cuando la pandemia llegue a su fin, declaró Schwartz. “Algunas de las compañías en este espacio tienen el antecedente de estar en el negocio de la monetización de datos”, agregó. “No voy a dar nombres, pero son las últimas que deberían estar en el desarrollo de lectores de pruebas de vacunación”.