Estados Unidos disparó el jueves una andanada de misiles crucero contra territorio sirio como represalia por el atroz ataque con armas químicas ocurrido esta semana contra civiles. El presidente Donald Trump dijo que el ataque estadounidense era vital para disuadir el futuro uso de gas venenoso y pidió a otras naciones que se unan para "poner fin a la masacre y el derramamiento de sangre en Siria".

Fue el primer ataque directo estadounidense contra el gobierno sirio y la orden militar más drástica de Trump desde que llegó a la presidencia hace poco más de dos meses. Los ataques también conllevan el riesgo de involucrar a Estados Unidos más profundamente en un conflicto muy complejo que su predecesor pasó años tratando de evitar.

Al anunciar la ofensiva desde su residencia en Florida, el mandatario dijo que no había duda de que el presidente sirio Bashar Assad era el responsable del ataque químico, el cual, agregó, empleó gases prohibidos y dejó decenas de muertos.

"Assad acabó con la vida de hombres, mujeres y niños indefensos", subrayó Trump.

Los ataques estadounidenses —unos 59 misiles lanzados desde los buques USS Ross y USS Porter— alcanzaron la base aérea de Shayrat, que está bajo control del gobierno, en la parte central de Siria, desde donde según funcionarios estadounidenses despegaron los aviones militares sirios que arrojaron los químicos.

Los misiles estadounidenses dieron en el blanco a las 8:45 p.m., hora de Washington, 3:45 a.m. del viernes en Siria. Destruyeron las pistas de aterrizaje de la base, así como hangares, la torre de control y áreas de municiones, señalaron funcionarios.

Trump aprobó los ataques sin autorización del Congreso ni el respaldo de las Naciones Unidas. La Casa Blanca indicó que unas dos decenas de legisladores de ambos partidos fueron informados sobre las acciones.

La televisión estatal siria reportó un ataque de misiles estadounidenses a varios objetivos militares y lo calificó como una "agresión".

El sorpresivo ataque marcó un notable cambio de rumbo para Trump, quien cuando era candidato advirtió que Estados Unidos no debía involucrarse en la guerra civil siria, ahora en su séptimo año. Pero al parecer el presidente se conmovió por las fotografías de niños muertos a causa del ataque químico, lo que calificó como "una deshonra para la humanidad" que cruzó "muchas líneas".

Las autoridades estadounidenses le echaron algo de la culpa a Rusia, uno de los benefactores más importantes de Siria. El secretario de Estado Rex Tillerson, quien se encuentra en Florida con Trump, dijo que Moscú había fracasado en cumplir con un acuerdo de 2013 cuyo fin era despojar a Siria de sus arsenales de armas químicas.

"Rusia ha sido cómplice o Rusia ha sido simplemente incompetente en su capacidad de cumplir su parte del acuerdo", afirmó Tillerson.

Aproximadamente 60 misiles Tomahawk estadounidenses, lanzados desde buques de guerra en el Mar Mediterráneo, estuvieron dirigidos a la base aérea en represalia por el ataque que Estados Unidos cree que fue lanzado desde aeronaves del gobierno sirio con un agente neurotóxico, posiblemente gas sarín mezclado con gas cloro.

El presidente no anunció los ataques con antelación, aunque él y algunos funcionarios de seguridad nacional intensificaron sus advertencias al gobierno sirio durante todo el jueves.

"Pienso que lo que ocurrió en Siria es un crimen verdaderamente indignante y no debió ocurrir y no se debió permitir que ocurriera", dijo Trump a reporteros en el avión presidencial cuando se dirigía a Florida, donde sostendría una reunión con el presidente chino Xi Jinping.

El ataque estadounidense ocurrió mientras Trump estaba reunido con Xi tratando otro tema que es un dilema de seguridad para Estados Unidos: el programa nuclear de Corea del Norte. Las acciones de Trump en Siria podrían ser una señal de que el nuevo presidente no tiene miedo de tomar medidas militares unilaterales, incluso si naciones cruciales como China se interponen en el camino.

"Esto indica claramente que el presidente está dispuesto a tomar acción decisiva cuando se requiera", señaló Tillerson.