Washington. El gobierno de Estados Unidos investiga una reciente serie de misteriosos incidentes de salud reportados por diplomáticos norteamericanos y otros funcionarios gubernamentales en Viena, Austria.

Funcionarios estadounidenses dijeron el viernes que algunos de los síntomas son similares a los reportados por primera vez por diplomáticos y espías estadounidenses en La Habana en 2016 y 2017, para los que aún no se ha determinado una causa definitiva. Equipos médicos del Departamento de Estado y de otras agencias, como el Pentágono y la CIA, revisan ahora más de una veintena de reportes, agregaron.

“En coordinación con nuestros socios en el gobierno de Estados Unidos, estamos investigando vigorosamente los reportes de posibles incidentes médicos inexplicados entre la comunidad de la embajada de Estados Unidos en Viena”, afirmó el Departamento de Estado. “Todos los empleados que informaron sobre un posible incidente recibieron atención y cuidado inmediato y apropiado”.

Algunos creen que las lesiones inexplicables, que incluyen daño cerebral, son el resultado de ataques con microondas o armas de radiofrecuencia. Sin embargo, a pesar de los años de estudio, no hay un consenso sobre qué o quién podría estar detrás de los incidentes, o si son realmente ataques.

Los empleados destacados en Viena comenzaron a reportar los síntomas misteriosos desde que Joe Biden asumió la presidencia estadounidense en enero, según los funcionarios. Los casos en la capital austríaca se hicieron públicos por primera vez el viernes en la revista The New Yorker.

Durante siglos, Viena ha sido un centro de espionaje y diplomacia y fue el centro de la actividad clandestina de contraespionaje durante la Guerra Fría. La ciudad alberga ahora las negociaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos para tratar de salvar el histórico acuerdo nuclear negociado allí en 2015.

Esas conversaciones están en pausa actualmente y no estaba claro de inmediato si algún miembro del equipo negociador de Estados Unidos se encontraba entre los que sufrieron lesiones.

El problema ha sido etiquetado como el “Síndrome de La Habana”, porque los primeros casos afectaron en 2016 al personal de la Embajada de Estados Unidos en Cuba. En mayo, los funcionarios dijeron que se estaban investigando al menos 130 casos en todo el gobierno, frente a varias docenas del año pasado.

Las personas que se cree que se han visto afectadas han reportado dolores de cabeza, mareos y síntomas que coinciden con las conmociones cerebrales. Algunas han requerido meses de tratamiento médico y/o han informado haber escuchado un ruido fuerte antes de la aparición repentina de los síntomas.

Particularmente alarmantes son las revelaciones de al menos dos posibles incidentes en el área de Washington, D.C., incluido un caso cerca de la Casa Blanca en noviembre, cuando un funcionario informó haber sentido mareos.

Aunque algunos están convencidos de que las lesiones son resultado de ataques de energía dirigidos, otros creen que el número creciente de casos en realidad podría estar relacionado con una “enfermedad psicógena masiva”, en la que las personas que conocen a otros con síntomas se sugestionan comienzan a sentirse enfermas.