Estados Unidos espera empezar a vacunar este mes a los niños de menos de 6 años
Si Pfizer y de Moderna consiguen el visto bueno de los organismos reguladores del país.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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La Casa Blanca planea comenzar a vacunar contra el COVID-19 a los menores de menos de 6 años en Estados Unidos a partir del 21 de junio, si los sueros de Pfizer y de Moderna consiguen el visto bueno de los organismos reguladores del país.
Así lo señaló el coordinador de la respuesta del Gobierno estadounidense a la pandemia, Ashish Jha, en una rueda de prensa.
Jha recordó que un comité científico de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés), encargada de dar su visto bueno a las vacunas contra el coronavirus, entre otros, revisará los datos de esos dos sueros el 14 y el 15 de este mes.
“Esperamos una decisión de la FDA poco después de la reunión del comité asesor”, indicó Jha, quien agregó que este no será el último paso del proceso, porque después las vacunas tienen que pasar el escrutinio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Pfizer anunció el miércoles que había completado su solicitud a la FDA para que autorizara su vacuna de tres dosis contra el virus para menores de entre 6 meses y 5 años, mientras que Moderna lo hizo en abril, en este caso, para administrar su suero en dos dosis a los niños de menos de 6 años.
Ante la posibilidad de que los sueros de Pfizer y Moderna sean aprobados por los reguladores este mes, el coordinador de la Casa Blanca señaló que están trabajando de cerca con los estados y con los Departamentos de Salud locales, así como con pediatras y farmacias, para estar listos cuando llegue el momento.
“Vamos a poner 10 millones de dosis disponibles para los estados, farmacias, centros de salud comunitarios y entidades federales para que hagan sus pedidos a partir de mañana”, aseguró.
Jha subrayó que esperan que la mayoría de los menores reciban la inyección en centros de atención primaria y apuntó que el Gobierno ha solicitado a los estados que en una etapa inicial den prioridad a los niños en mayor riesgo de sufrir un COVID-19 grave y aquellos que están en zonas remotas.