Washington. La Casa Blanca dijo este viernes que el ministro israelí de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, debería de “avergonzarse” por haber afirmado que la propuesta de acuerdo de alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás, que promueve Estados Unidos, es un “acuerdo de rendición”.

En una crítica inusualmente dura hacia el Gobierno israelí, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, calificó de “indignante” la declaración de Smotrich y lo acusó de estar dispuesto a “sacrificar” las vidas de los rehenes secuestrados por Hamás.

Kirby arremetió contra un mensaje publicado en redes sociales por parte de Smotrich, del ala ultraderechista del Gobierno israelí, en el que pidió al primer ministro, Benjamín Netanyahu, rechazar el borrador de los mediadores (Estados Unidos, Catar y Egipto) porque es una “trampa peligrosa” y supondría un “acuerdo de rendición”.

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El portavoz recordó que la Administración de Joe Biden se está movilizando para “defender de nuevo” a Israel ante la posibilidad de que sufra un ataque de Irán, como ya ocurrió en abril.

“La idea de que el presidente Biden apoyaría un acuerdo que dejara a Israel indefenso es indignante”, afirmó Kirby, quien recalcó que el mandatario estadounidense “ha sido un acérrimo defensor de Israel durante todo su servicio público”.

“Debería de avergonzarse por expresar estas opiniones sobre el acuerdo”, agregó.

Según Kirby, las palabras de Smotrich apuntan a que “sacrificaría las vidas de los rehenes israelíes y también de los rehenes estadounidenses” y que “va en contra del interés nacional”.

El portavoz insistió además que, diga lo que diga el ministro, el acuerdo “debe concretarse” en los próximos días, tal y como lo han pedido los mandatarios de Estados Unidos, Catar y Egipto.

Los tres países mediadores exigieron el jueves a Israel y Hamás que “reanuden las discusiones urgentes el jueves 15 de agosto en Doha o El Cairo para cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora”.

Netanyahu, cada vez más presionado por Biden, respondió positivamente y su oficina anunció en la madrugada que una delegación israelí viajará el próximo jueves para abordar “los detalles de la implementación del acuerdo”.

Hasta ahora, el acuerdo había quedado estancado ante la exigencia de Hamás de que el cese el fuego sea definitivo, y la insistencia de Netanyahu de reanudar los combates hasta “extinguir” al grupo islamista.

La actual propuesta se basa en los principios descritos en mayo por Biden, que incluyen una primera fase de seis semanas en las que habría un alto el fuego completo, se retirarían las tropas israelíes de todas las áreas pobladas de la Franja de Gaza y se intercambiarían varios rehenes por palestinos presos en cárceles israelíes.

La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1,200 muertos y 251 secuestrados. Actualmente, 111 rehenes continúan en la Franja, aunque al menos 39 habrían perdido la vida.

Tras más de 10 meses de escalada, la ofensiva israelí ha dejado en la Franja de Gaza casi 40,000 muertos 1.9 millones de desplazados que sobreviven en una crisis humanitaria sin precedente.