WASHINGTON. Estados Unidos levantó el martes algunas restricciones financieras contra Cuba, en una medida destinada a impulsar los negocios privados en la isla.

Las medidas permitirán a los empresarios independientes abrir y acceder en línea a cuentas bancarias estadounidenses para apoyar sus negocios. También incluyen pasos para abrir más servicios basados en Internet y ampliar la capacidad de las empresas privadas para realizar ciertas transacciones financieras.

“Estas enmiendas regulatorias actualizan y aclaran las autorizaciones en apoyo de los servicios basados en Internet para promover la libertad de Internet en Cuba, apoyar a los empresarios independientes del sector privado cubano y ampliar el acceso a ciertos servicios financieros para el pueblo cubano”, dijo el Departamento del Tesoro en un comunicado de prensa.

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Uno de los cambios clave permitirá a los empresarios privados cubanos abrir cuentas bancarias en Estados Unidos y acceder a ellas en línea una vez de vuelta en Cuba, algo que no podían hacer anteriormente. Los EE.UU. también están permitiendo de nuevo algo llamado transacciones U-turn, donde el dinero se transfiere de un país a otro, pero se enruta a través de los Estados Unidos.

“Esta autorización restablecida tiene como objetivo ayudar al pueblo cubano, incluidos los empresarios independientes del sector privado, facilitando las remesas y los pagos de transacciones en el sector privado cubano”, dice el comunicado.

La administración Trump había eliminado el permiso para las transacciones de giro en U en 2019.

Las autoridades cubanas restaron importancia al anuncio. Johana Tablada, subdirectora del departamento de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo que los pasos eran “limitados” y que harán poco para aliviar el embargo o las sanciones que más han perjudicado al pueblo cubano.

“Si estas medidas son serias y realmente pretenden traer beneficios a la población, aunque vayan a traer beneficios a una parte de la población, no serán obstaculizadas por el gobierno cubano”, dijo Tablada a The Associated Press.

La guía actualizada del Departamento del Tesoro el martes también cambió la terminología que la agencia utiliza, para dejar claro que los funcionarios cubanos o los miembros prohibidos del Partido Comunista de Cuba no se beneficiaban de los cambios que están dirigidos al emergente sector privado del país.

Alrededor de 11,000 empresas privadas en Cuba son responsables de aproximadamente un tercio del empleo de la isla, han dicho funcionarios cubanos.

Los cambios se producen mientras Cuba lucha contra una de las peores crisis económicas y energéticas de su historia. Los ciudadanos cubanos se enfrentan a oleadas de apagones que han empeorado en las últimas semanas y se sienten frustrados por la escasez de alimentos y la inflación. Cientos de miles de personas han emigrado, muchas de ellas a Estados Unidos.

En Cuba prevaleció la cautela sobre lo que significarían los cambios.

“Es una medida en general positiva, pero hay muchos cómos y porqués que tendrán que ser respondidos en los próximos días”, dijo a la AP Oniel Díaz, gerente de AUGE, una empresa cubana de servicios corporativos.

Díaz dijo que podría abrir vías para los empresarios cubanos que importan desde alimentos hasta automóviles y ayudarles a realizar pagos a proveedores, por ejemplo. Pero cuestionó que los bancos quieran hacer operaciones con empresarios de la isla debido a la percepción de riesgos.

Díaz recordó que durante la administración Obama, hubo una disposición que permitía -aunque de forma más limitada- a los cubanos abrir cuentas en EE.UU., pero los bancos no mostraron “gran entusiasmo” por ello.

El anuncio del martes se produce unas semanas después de que Estados Unidos retirara a Cuba de la breve lista del Departamento de Estado de países que considera que no cooperan plenamente contra los grupos violentos. Sin embargo, Estados Unidos sigue incluyendo a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una descripción que a menudo ahuyenta a los bancos porque no quieren convertirse en el blanco de demandas en los tribunales estadounidenses.

Los lazos entre Estados Unidos y Cuba quedaron prácticamente congelados tras la revolución de 1959, en la que Fidel Castro subió al poder e instauró un gobierno comunista. Se produjo una oleada de nacionalizaciones de grandes empresas, aunque se permitió mantener abiertas algunas pequeñas empresas privadas hasta 1968.

Estados Unidos aplicó un embargo económico total a Cuba en 1962, bajo la presidencia de John F. Kennedy.

No fue hasta que el expresidente Barack Obama fue elegido que las relaciones comenzaron a descongelarse un poco, con algunas restricciones levantadas en 2017. Tras Obama, el entonces presidente Donald Trump puso fin en gran medida a la cooperación de Obama con Cuba. En los últimos días de la administración Trump, su gobierno volvió a designar a Cuba como “Estado patrocinador del terrorismo” y golpeó al país con nuevas sanciones.

Cuba también ha abierto lentamente su economía a más empresas privadas.

En 2010, el presidente Raúl Castro inició reformas que ampliaron el trabajo independiente para particulares, pero no para empresas. En 2021, las autoridades cubanas permitieron la creación de las primeras pequeñas y medianas empresas (Pymes).