Un vuelo que partía desde el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago, Estados Unidos, debió abortar el despegue debido a que uno de los motores comenzó a incendiarse mientras salía humo de una de las alas, instante que fue registrado por sus pasajeros.

La tensión se adueñó de los tripulantes del vuelo 2091 de United Airlines, que debía volar a Seattle cerca de las 2 PM, cuando en el instante del despegue una de las alas comenzó a desprender humo oscuro, causado por una falla en el motor. A causa del impactante momento, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) debió evacuar del avión a 148 pasajeros y cinco miembros de la tripulación.

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Las imágenes compartidas en redes sociales por uno de los pasajeros cobraron relevancia debido al factor inusual del fenómeno, que los tomó por sorpresa con un espeso humo saliendo del ala izquierda. “Sentí el impacto en mi ventana. Mientras miraba, el motor estaba en llamas y salía humo”, reveló Iván Paloalto, según informó el medio The New York Post.

En uno de los fines de semana con mayor actividad aérea en Estados Unidos, debido al día festivo en conmemoración por el Día de los Caídos, la FAA detuvo la actividad en el aeropuerto hasta que pudieron controlar la situación alrededor de las 2:45 PM. Los pasajeros, que descendieron con normalidad del vuelo, recibieron atención especial y boletos para compensar los problemas en su vuelo.

Asimismo, en el Aeropuerto Internacional JFK, los viajeros sufrieron demoras el lunes pasado debido a las alertas por tormentas, a causa del fenómeno que azotó al sur del país durante el fin de semana.

El récord en ventas de viajes de avión en Estados Unidos durante el fin de semana

Beneficiado ampliamente por el fin de semana largo, el tráfico aéreo vivió uno de los mejores momentos del año durante los últimos días. Al iniciar el fin de semana del Memorial Day, la Administración de Seguridad en el Transporte registró a 2,951,163 pasajeros sólo el pasado viernes.

Con esta nueva suma, la TSA reveló que el día batió el récord del pasado noviembre, cuando cerca de casi 2,910,000 pasajeros habían abordado distintos vuelos en todo el territorio estadounidense.